El mundo al revés. ¿Dónde han quedado aquellos tiempos en los que Estados Unidos y Europa forjaban alianzas? ¿Dónde quedan aquellos tiempos en los que Asia era el país exótico alejado al que comprábamos productos a saldo?
En los libros de texto estudiábamos que China era un régimen comunista y que Estados Unidos, además de los adalides del mundo, tenían una economía basada en el libre comercio que dejaba a iniciativa del empresario el desarrollo económico del país.
Pero ahora, desde la llegada de Donald Trump, el mundo se ha dado la vuelta. Ahora, más de 20 años tarde, nos hemos dado cuenta de la importancia de estar unidos y de comprender que Europa sólo tiene sentido si es con alianzas y funcionando como un único bloque.
Europa ni tiene la fuerza de América del Norte ni el potencial de Asia. Si a esta geopolítica claramente errónea de la UE le sumamos el negacionismo a los países del este, el patetismo a los del norte, los bloqueos a los gobernados por la ultraderecha y no fomentamos políticas comerciales con Gran Bretaña tras el Brexit, ¿qué tenemos?
De verdad pretendemos que la suma de España, Francia, Italia, Alemania y poco más pueda influir en algo. Si la Unión Europea no toma medidas urgentes y tejemos unas alianzas "naturales" corremos el riesgo de quedar reducidos a la más mínima expresión.
Nada tiene sentido. Ahora Estados Unidos es el que introduce medidas proteccionistas a su economía propias de un país comunista; Rusia desarrolla políticas de ultraderecha y Europa busca su futuro en países asiáticos que hasta hace una década estaban cerrados. Y, por supuesto, en el centro de todo ello un presidente tan altivo que presume de testosterona más que de neuronas, rodeado de un grupo de asesores que temen decirle la verdad y le ríen cada una de sus bravuconadas.
Hoy en día la política de Estados Unidos se ha convertido en una caricatura del país que era, del país que lideraba la investigación a nivel mundial, la seguridad internacional y el comercio serio. Todo ha volado por los aires al convertirse la Casa Blanca en un estudio de televisión en el que Donald Trump juega a ser presidente.
¿Qué sentido tiene anunciar aranceles y frenarlos en seco al ver el desplome de la bolsa? Un presidente debe tomar medidas en pro de su país y, sobre todo, se supone que después de una meditación y estudio de sus técnicos y asesores.
En definitiva, Estados Unidos se está convirtiendo en un país capitalista con políticas económicas comunistas, y corre el altísimo peligro de que el resto del mundo se plante y empiece a comprar sus productos en otros lugares. Es indudable que su comercio es importante para muchas economías, pero no indispensable.
Los datos de exportaciones demuestran que cualquiera de los productos que se compran a Estados Unidos son adquiribles en otros países y que, hasta ahora, no se han buscado otras opciones por las alianzas silenciosas de comercializar con países de tu entorno, tu religión o tu zona geoestratégica; ahora bien, nada impide que cambie la situación.
Señor Trump, es evidente que lidera un país de una fuerza desmesurada, pero el mundo es más grande y si usted intenta comérselo, seguramente se indigeste. Parafraseándole a usted, menos besos en el culo y más neuronas en la cabeza.