Debe de ser difícil ser político. Entre otras cosas, porque los trapos sucios quedan siempre a la vista. La cuerda de tender esos ropajes feos tiene dos extremos: uno anudado a una rueda de prensa y el otro a alguna red social.
La relación entre Emiliano García-Page y Milagros Tolón se parece a la de cualquiera que tiene un compañero de trabajo al que no soporta. Esa persona que te amarga el lunes y te alivia el viernes. Sí, justo esa: la que hace chistes sin gracia, la que va por ahí delatando a toda la oficina ante el jefe con la intención de trepar, la que se cree que va a heredar la empresa. El único desahogo es cuando el tipo (o la tipa) se va y se forma un corrillo de rumores y desalientos en el pasillo. La máquina del café se llena de chismes, no demasiados, que luego hay que confesarse, pero qué le vamos a hacer… Si no fuera por esos momentos.
El problema de los políticos es que sus desahogos son tan públicos que las vergüenzas de unos y otros quedan al descubierto a la mínima. Y, además, las tirrias se notan mucho, sobre todo cuando intentan ocultarlas. Page y Tolón, que fueron alcalde y concejal, ya se miraban de reojo en los plenos. Me da a mí que Emiliano veía venir la sucesión. Claro que él también andaba por aquel entonces calentando la silla en Fuensalida, así que no debió de sorprenderle que la delfín quisiera ser tiburón.
Pero es que ahora no se soportan. Él, caudillo máximo en la plaza regional; ella, delegada de Sánchez en la propaganda de Moncloa. Él, atizando al presidente por lo de Puigdemont; ella, aplicando el argumentario al dedillo. Él, sabiendo que para ganar en Toledo hay que poner tierra de por medio con el Falcon; ella, apostando a un futuro en el que Sánchez logra destronar al barón díscolo y ella accede, por la vía Óscar López, al reino castellanomanchego.
Claro que, para eso, tendrá que ir borrando la hemeroteca, porque no se le adivina mucho futuro con el currículum actual. Esta semana ha dicho, no por este orden, las siguientes frases: "España está más fuerte que nunca como país", "España pinta mucho en estrategia exterior", "España es un país con mucha fortaleza y el Gobierno de Sánchez durante estos últimos siete años lo que ha hecho ha sido ponerla a la vanguardia no solamente de la tecnología y de la economía, sino también de la política exterior".
Sí, ya sé: o te da la risa o te da vergüenza ajena. Pero la profesión de gregario es muy complicada, sobre todo cuando el que lleva el maillot amarillo tiene como único principio vital aguantar un día más en el poder. Ser delegada de Sánchez en Castilla-La Mancha, hay que reconocerlo, es imposible. Pero el trago lo está pasando la antigua alcaldesa sin perder el ánimo ni la ocasión de ganarse unos puntos. Y ya se sabe que, en Ferraz, atizarle a Emiliano cuenta triple.