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La Cámara de Comercio de Toledo alerta de que la nueva regulación eléctrica puede ser un "freno al crecimiento"

La institución cameral, a través de una nota de prensa, ha expresado su "creciente preocupación" por la nueva circular de la CNMC.

Más información: La CNMC busca una solución a las objeciones del Consejo de Estado al modelo retributivo de redes eléctricas

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La Cámara de Comercio de Toledo ha expresado su "creciente preocupación" por la nueva circular de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), actualmente en tramitación y relativa a la retribución de las redes eléctricas, al considerar que puede convertirse en un freno para el desarrollo económico, la electrificación y la competitividad de Castilla-La Mancha.

Así lo ha trasladado la institución cameral en una nota de prensa en la que advierte de que el principal riesgo del nuevo marco regulatorio es que "no garantiza las inversiones necesarias en las infraestructuras eléctricas de transporte y distribución", en un contexto en el que la red se encuentra "muy tensionada y cercana a su límite de capacidad en amplias zonas del país".

La Cámara alerta de que la falta de incentivos adecuados para reforzar la red eléctrica puede derivar en un "freno estructural al crecimiento", al impedir atender nuevas solicitudes de acceso y conexión. Una situación que, según señala, ya está afectando a proyectos empresariales, industriales y energéticos con inversión prevista y viabilidad técnica.

Desde la institución toledana subrayan que este problema no solo perjudica a grandes iniciativas, sino que también condiciona desarrollos urbanísticos, proyectos de vivienda, pequeñas empresas, iniciativas emprendedoras y actividades vinculadas a sectores emergentes.

En su comunicado, la Cámara de Comercio de Toledo apunta además a que el modelo planteado por la CNMC se sitúa por debajo de los niveles de retribución existentes en otros países del entorno europeo, lo que reduce la competitividad de la economía española.

Castilla-La Mancha

Un impacto que considera especialmente acusado en territorios extensos y con fuerte componente rural como Castilla-La Mancha, donde las infraestructuras eléctricas requieren mayores inversiones para garantizar un suministro equilibrado.

La falta de capacidad en los nudos eléctricos se ha convertido, según la Cámara, en un problema generalizado que limita la creación de empleo, retrasa inversiones estratégicas y dificulta la implantación de nuevas actividades productivas, en contradicción con los objetivos de transición energética, electrificación de la economía y desarrollo sostenible.

"Sin una red eléctrica suficientemente dimensionada resulta inviable avanzar en la modernización de los sectores productivos, atraer nuevas industrias o consolidar actividades vinculadas a la innovación, la digitalización y la economía verde", señala la nota, ámbitos en los que Castilla-La Mancha presenta, a juicio de la Cámara, un "notable potencial de crecimiento".

Marco regulatorio

Por todo ello, la institución considera imprescindible contar con un marco regulatorio "estable, previsible y alineado con las necesidades reales del sistema eléctrico", que permita anticiparse a la demanda futura y evitar cuellos de botella. La falta de inversión en redes, añade, no solo compromete el desarrollo económico, sino que también puede afectar a la calidad del suministro y generar desequilibrios territoriales.

La Cámara de Comercio de Toledo recuerda que la energía es un elemento básico para el crecimiento económico, la competitividad empresarial y la cohesión social y territorial, por lo que defiende que debe ser considerada una prioridad estratégica para garantizar un desarrollo equilibrado y sostenible.

Esta posición se suma a las advertencias ya realizadas por la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (CECAM), que en noviembre alertó de que la circular de la CNMC podría perjudicar gravemente la electrificación y el desarrollo industrial de la región, especialmente en las zonas rurales, al situar la retribución de las redes eléctricas por debajo de los estándares europeos y desincentivar la inversión.