Jesús Ortega, presidente de RECAMDER

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Jesús Ortega, presidente de RECAMDER: "Ayudamos a promocionar el territorio rural y nuestra agua de calidad"

A través de esta entrevista con EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha la iniciativa 'Nuestra agua, nuestra tierra' y la crítica situación del medio rural ante los recortes de la UE.

Más información: Reparten 100.000 botellas reutilizables entre la hostelería rural dentro del proyecto ‘Nuestra agua, nuestra tierra’

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En el corazón de Castilla-La Mancha, una iniciativa impulsada por una serie de Grupos de Desarrollo Rural buscan revalorizar un recurso tan esencial como el agua, al tiempo que apoya a la hostelería y combate el uso de plásticos.

Se trata del reparto de 100.000 botellas de vidrio por parte de la Red Castellano-Manchega de Desarrollo Rural (RECAMDER). A través de una entrevista realizada por EL ESPAÑOL de Castilla-La Mancha, su presidente, Jesús Ortega, explica el éxito de este proyecto y los desafíos monumentales que enfrenta el medio rural, amenazado por los posibles recortes de fondos europeos que son vitales para su supervivencia y desarrollo.

Durante las diferentes cuestiones, se ha observado a Jesús de manera implicada con el mundo rural, pero preocupado con las diferentes cuestiones que puedan afectarles en el futuro. Pese a todo, sus palabras se han percibido con orgullo y grandeza por poder sacar adelante esta iniciativa.

P: El proyecto 'Nuestra agua, nuestra tierra' nace al amparo de la nueva ley de servir agua de grifo. RECAMDER lo ha impulsado el reparto de un millar de botellas de vidrio pero más allá del objeto, ¿qué representa esta iniciativa sobre la forma en que los Grupos de Desarrollo Rural entienden su misión en el territorio?

R: Esta iniciativa representa nuestra filosofía de trabajo: dar soluciones reales a problemas concretos, generando valor añadido para el territorio. El proyecto nace para ayudar a la hostelería rural a cumplir con la ley de servir agua de grifo, pero lo transformamos en una oportunidad. No se trata solo de cumplir una norma, sino de hacerlo de una manera que beneficie a todos.Entregamos gratuitamente 100.000 botellas de vidrio, un material noble y reciclable, eliminando toneladas de plástico del ecosistema.

Al mismo tiempo es una estrategia de diferenciación. En un mundo globalizado, lo local y auténtico tiene un valor incalculable. Con el lema "Nuestra tierra, nuestra agua", estamos diciendo que nuestros pueblos no son un espacio vacío, sino un territorio productivo con recursos de primera calidad.

En nuestros municipios hay manantiales y un suministro de agua excelente que debemos aprovechar y prestigiar. Esta botella es una forma de presentarla con elegancia, de darle el valor que merece. Construir una 'marca rural' significa esto: identificar nuestros puntos fuertes y comunicarlos con orgullo. Es la forma de atraer un turismo de calidad, de fijar población y de demostrar que el medio rural es sinónimo de excelencia.

P: Para entender la magnitud del proyecto, ¿podría darnos cifras sobre su alcance? ¿A cuántos municipios y establecimientos ha llegado y cuál es la logística de reparto?

R: En cuanto a la logística, se entrega aproximadamente una botella y media por cada mesa que tiene el establecimiento. El alcance es muy amplio: son más de 120 municipios los que se han incorporado a esta medida a través de los 19 grupos rurales participantes. Por tanto, el número de hosteleros, casas rurales y hoteles a los que se les reparte pasa de los miles.

Prácticamente ha llegado a casi todos los establecimientos de los territorios implicados. A lo mejor hay un 1% que dice que no le interesa, pero el 99% acepta encantado esta donación de imagen y de botellas de calidad que, insisto, supone un ahorro en contaminación importantísimo.

Debemos inculcar a todos que, para cuidar el medio ambiente, no es lo mismo utilizar plástico que utilizar cristal. Nuestro objetivo fundamental es ayudar al medio ambiente, promocionar el territorio y velar por la calidad de lo que consumen los ciudadanos de nuestro medio rural.

"Nuestra agua merece ser presentada de una forma elegante y visible"

P: Se ha buscado obtener un diseño muy cuidado y atractivo en las botellas, ¿habéis experimentado la preocupación de los hosteleros por los posibles hurtos o roturas frecuentes? ¿Qué alternativas se les darían si se rompe la botella y quieren volver a tener otra?

R: Les damos algunas más de las que corresponden a las mesas que tiene en servicio ese local. Es decir, si hay 20 mesas, se le dan más de 20 botellas para que, en el supuesto de que se rompa alguna, pueda tener reposición. Lo que queremos no es que eso dure un día, sino que dure muchos años con esa representación para decirle a la gente cómo es nuestra agua y qué produce esa agua en nuestra tierra. Creo que la gente, en este caso, es honesta y no tiene por qué hurtar la botella. La botella también tiene un grosor de cristal que aguanta bien; no tiene por qué romperse, aunque queremos que las roturas sean las menos posibles. Pero les damos también repuestos a los locales.

P: Ustedes demuestran con proyectos como este que el desarrollo rural es viable y genera valor, desde la Comisión Europea se plantea una supresión de las ayudas del segundo pilar de la PAC. ¿Cómo se vive desde el terreno esta contradicción entre el éxito local y la amenaza burocrática?

R: Se vive con una mezcla de estupefacción e indignación. Es una contradicción flagrante. Mientras nosotros estamos en el territorio, convirtiendo cada euro de ayuda en empleo, sostenibilidad y oportunidades, desde un despacho en Bruselas se plantea eliminar la herramienta que lo hace posible.

El programa Leader, financiado por ese segundo pilar, es la política de desarrollo rural más exitosa que ha existido, porque se gestiona desde abajo, por la gente que conoce el terreno. Eliminarlo sería una decisión de una ceguera política y social gravísima. Es como si, mientras el jardinero demuestra que puede hacer florecer el jardín, el dueño de la casa decidiera cortar el agua. Es absurdo e irresponsable.

"Suprimir el segundo pilar es una decisión para hundir el medio rural"

P: Si esa propuesta de recorte se materializa, ¿qué significaría para Castilla-La Mancha? ¿Estamos hablando de un freno al desarrollo o de un retroceso real en la lucha contra la despoblación?

R: No sería un freno, sería un golpe mortal. Estaríamos hablando de un retroceso de décadas en la lucha contra la despoblación. Los Grupos de Desarrollo Rural somos la entidad más ágil y eficaz para llevar las ayudas hasta el último rincón de la región. Sin los fondos Leader, miles de proyectos de emprendedores, de modernización de pymes, de mejora de servicios municipales o de recuperación de patrimonio simplemente no se harían.

P: Frente a este escenario, RECAMDER ha impulsado un manifiesto. ¿Qué esperan conseguir con él y cuál es su mensaje final para una sociedad y unos dirigentes que parecen mirar hacia otro lado?

R: Con el manifiesto buscamos crear una gran alianza social y política para presionar a la Comisión Europea. Necesitamos que se escuche la voz del territorio y que entiendan la magnitud del error que están a punto de cometer. Afortunadamente, tenemos el apoyo del Gobierno regional y nacional, pero la batalla se libra en Bruselas.

Mi mensaje final es claro: el futuro de Europa se juega en su medio rural. Abandonar los pueblos no es solo un acto de injusticia, es un suicidio estratégico. Un continente sin un sector primario fuerte, sin un territorio vivo y sin cohesión social es un continente vulnerable. Lo vimos en la pandemia.

Espero que rectifiquen, porque lo que está en juego no es una partida presupuestaria, es un modelo de sociedad. Queremos seguir trabajando, como hacemos con las botellas, para construir un futuro mejor, no para luchar por evitar que nos lo arrebaten.

"Los ciudadanos del medio rural tienen el mismo derecho a la calidad de vida"

P: Más allá de esta iniciativa, la labor de los Grupos de Desarrollo Rural es continua. Sin embargo, el futuro se presenta con incertidumbres. ¿Cómo afrontan el futuro a corto plazo y qué retos o amenazas principales identifican para poder seguir desarrollando su labor?

R: Estamos terminando los proyectos del actual periodo de programación. Y, efectivamente, afrontamos el futuro con una enorme preocupación. Esperemos que para el próximo programa, el que empezará después de 2027 y que la Comisión Europea está ahora mismo planificando, no se cumpla la amenaza que ha planteado la presidenta de la Comisión. La supresión de las ayudas de Leader, que se financian a través de un fondo común sin presupuesto ni partidas específicas. Sería el fin del desarrollo rural tal y como lo conocemos.

Esperemos que recapaciten. Sabemos que tenemos el apoyo del Gobierno regional y del Gobierno nacional en esta lucha, y confiamos en que al final la presidenta de la Comisión sea capaz de rectificar ese nefasto proyecto de marco financiero.

Debe apostar por los que hemos venido luchando en el medio rural para ayudar a los ciudadanos, y no abandonarnos. No puede ser que el medio rural pague los daños económicos para la defensa y el armamento. El agua, la energía, el medio ambiente, la alimentación... todo viene del medio rural. La luz se produce aquí, el agua se almacena aquí, el medio ambiente lo cuidamos nosotros.