La Despensa Supermercados lleva muchos años apoyando y confiando en los ganaderos castellano-manchegos, reconociendo el esfuerzo y el excelente trabajo que realizan cada día, para que el consumidor final disfrute del mejor sabor, de la calidad y de todas las propiedades de la carne ¡como las deseadas proteínas!

En concreto, toda la carne de pollo que la compañía ofrece a sus clientes procede de una selección de granjas situadas en la provincia de Albacete que, gracias a los nuevos métodos de control y garantía en todo el proceso de producción, cumplen con los estándares de calidad que La Despensa quiere para sus clientes.

Siguiendo con la carne de cerdo, esta llega cada mañana a los supermercados procedente de ganaderías criadas en los Montes de Toledo, que son referencia a nivel internacional en su sector por su apuesta firme por la calidad, excelencia en cada paso del proceso de producción e inversión en i+d. 

El cerdo ofrece una carne magra blanca muy saludable que los expertos recomiendan consumir de 3 a 4 veces a semana.

El cordero recental, por su parte, proviene de los excelentes ovinos manchegos criados en la provincia de Ciudad Real y tiene una estupenda aceptación entre los clientes por su sabor, ternura y una cantidad equilibrada en grasas.

Y, por último, la exquisita carne de ternera también se cría en los Montes de Toledo y es una de las de mayor consumo en los hogares por su sabor y por sus propiedades, como la vitamina E, ya que estos animales se alimentan de hierbas y piensos solo naturales.

Ocho claves para elegir la mejor carne

Para llevarse a casa la mejor carne es necesario fijarse en varias peculiaridades como el aspecto, el color, el olor, el exudado, el sabor, la dureza, la ternura y la jugosidad. 

- El aspecto: su color debe ser uniforme y heterogéneo por toda la pieza. Si ves que presenta diferentes tonalidades de rojos, rosas o marrones, mejor elegir otra cosa. 

- El color: dependerá del tipo de carne que sea. En el caso del vacuno, lo correcto es que sea de color rojo tirando a cereza. En cambio, para el cerdo, el color deberá ser rosa tirando a rojo.

- El olor: desgraciadamente no se puede comprobar por cuestiones de higiene, pero en el caso de que presente mal olor, será fácil identificarlo. 

- El exudado: la superficie de la pieza tiene que presentar una ligera humedad, aunque tampoco en exceso porque, de ser así, tendrá que ver con algún problema en el envasado.

- El sabor: evidentemente, ya estamos hablando del post-cocinado. Si apenas tiene sabor, está claro que no está en el mejor estado, y si el sabor es extremadamente fuerte y amarga al paladar, está en mal estado.

- La dureza: si presionas la pieza de carne y esta está muy blanda, no será de buena calidad.

- La ternura: desde la matanza hasta el cocinado, salvando excepciones controladas por expertos, el tiempo de maduración debe ser de nueve días para ternera y de cinco días para el cerdo.

Seguramente hayas oído hablar de piezas de 47 días de maduración, pero se trata de casos controlados por especialistas para consumo gourmet.

- La jugosidad: al igual que el sabor, es algo que sabremos tras su cocinado. No obstante, debes saber que cuanto más se hace una pieza, más se seca.