Las cifras parecen darle la razón a Eurocaja Rural, una entidad financiera con sede en Toledo que ha decidido desmarcarse de la generalidad del sector apostando por un trato personalizado y aumentando su presencia en las zonas rurales con la apertura de nuevas oficinas en los territorios en los que opera: Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Región de Murcia. En base a esa estrategia, cerraron el ejercicio de 2021 con 38 millones de euros de beneficio neto, según han informado este martes con una nota de prensa.

La cooperativa de crédito, que cuenta con 1.137 trabajadores, acabó el pasado año con 417 oficinas abiertas al público -el doble que hace solo una década- y siendo el único punto de atención bancaria en casi 50 municipios en los que opera. De hecho, el 62 % de la red de Eurocaja Rural se encuentra en poblaciones de menos de 5.000 habitantes y el 82 % en localidades con menos de 15.000, lo que aseguran que supone luchar "contra la exclusión financiera y la despoblación". Además, durante 2021 sumaron 44.539 nuevos clientes, hasta conseguir un total de 473.680 gracias a la "atención humana y cercana, el servicio de proximidad o el asesoramiento personal y profesional".

Eurocaja Rural también logró incrementar durante el pasado ejercicio sus fondos propios hasta los 534 millones de euros y, gracias a un incremento de 335 millones durante 2021, elevó su activo a 9.119 millones de euros. Además, la entidad tambien destaca "su alta capacidad para afrontar con garantías cualquier escenario de tensión, así como cubrir las necesidades de socios y clientes", puesto que dispone de una liquidez de 2.058 millones de euros. La cifra de recursos gestionados de clientes registró el pasado año un saldo de 6.974 millones de euros, en una "notable evolución positiva" de 723 millones de euros.

A lo largo del pasado ejercicio, Eurocaja Rural concedió un total de 20.966 operaciones por importe total de 1.486 millones de euros, lo que supuso un crecimiento de la inversión crediticia bruta en un 11,66 % hasta alcanzar los 4.675 millones de euros. Sin embargo, la entidad financiera puede presumir de un reducido ratio de morosidad del 1,72 %, frente al 4,29 % medio del sector. En esa misma línea, la tasa de cobertura de dichos saldos dudosos se situó en el 129,92 %, en contraposición al 71,45 % del sector financiero a 31 de diciembre.

Sin recortes

Tanto el presidente de la cooperativa de crédito, Javier López Martín, como su director general, Víctor Manuel Martín López, han resaltado la obtención de estos resultados "en un entorno realmente complejo, gracias al esfuerzo y compromiso de todos sus profesionales, afianzando el modelo de proximidad vinculado al territorio y a las personas que caracterizan a Eurocaja Rural".

Martín también ha insistido en que "en estos tiempos los clientes bancarios han sido abandonados y nosotros hemos ido a buscarlos". "No se pueden limitar los servicios, ya que los medios tecnológicos o la banca digital no pueden ser nunca un sustitutivo de la atención personalizada y humana. Lo venimos haciendo desde hace casi 60 años, y no hemos reducido nuestro horario de atención al público ni restringido ninguna operativa de caja para continuar ofreciendo un servicio de calidad a través de una omnicanalidad real, lo que se traduce en mantener oficinas con personal especializado, además de canales digitales. Los resultados obtenidos en 2021 corroboran la eficiencia de nuestro modelo de negocio, consolidan nuestra fortaleza financiera y nos confieren seguridad para atajar los retos presentes y futuros"", ha añadido.

Fundación

De su lado, López Martín ha puesto en valor la aportación social de la Fundación Eurocaja Rural, que también presidey que durante 2021 desarrolló un Plan de Actuación que tuvo más de 88.500 beneficiarios directos e indirectos.

"Es un apoyo esencial para muchas asociaciones que vieron factible sus proyectos, posibilitaron la creación de empleo de forma activa, favorecieron la atención directa a colectivos con discapacidad o en situación de exclusión social y la posibilidad de dar visibilidad a iniciativas integradoras y sostenibles. Apostamos por todo ello, por la formación, por la atención primordial como dictan nuestros estatutos a cooperativas y sector agroalimentario en su conjunto, por la transformación digital y por una estrategia diferente de hacer las cosas: centrada en el cliente y no en la maximización de los beneficios como eje fundamental de nuestro proceder", ha asegurado.