Conejos silvestre en el campo.
Castilla-La Mancha promueve la comercialización de un millar de conejos silvestres cazados desde noviembre
Los ejemplares se han capturado en lagunas, carreteras o taludes ferroviarios de las provincias de Cuenca y Ciudad Real con la ayuda de hurones.
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La Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, en colaboración con la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza Silvestre (Asiccaza), ha materializado un proyecto piloto para afrontar el problema de la sobrepoblación del conejo silvestre, una iniciativa que se ha desarrollado en las comarcas de Las Pedroñeras (Cuenca) y Pedro Muñoz (Ciudad Real) durante los dos últimos meses.
A lo largo de noviembre y diciembre se han realizado doce jornadas de captura con hurón, una técnica tradicional y muy selectiva que permite actuar en zonas donde no es viable la caza con escopeta. En total, se han aprehendido casi un millar de conejos, unos 80 por jornada. Además del control poblacional, el plan para este animal contempla otros dos ejes: el aprovechamiento sostenible y la generación de valor añadido.
Al respecto, el viceconsejero de Medio Ambiente, José Almodóvar, ha subrayado que "el objetivo es claro: reducir la presión sobre los cultivos y, al mismo tiempo, incorporar la carne de conejo silvestre al mercado con todas las garantías sanitarias y de trazabilidad". Además, ha explicado que esta iniciativa "pretende transformar la dificultad en una oportunidad para el desarrollo rural, la industria alimentaria y la gastronomía".
El viceconsejero ha afirmado que "mediante este proyecto creemos que se pueden cubrir todas las fases, desde el campo hasta la mesa, a través de una cadena de valor que incentiva la captura y la caza de conejos". En la misma línea, ha desvelado el doble propósito de aumentar las capturas y fomentar el consumo de carne saludable. "Así estaremos más cerca del objetivo: controlar la sobrepoblación y ayudar a nuestros agricultores", ha enfatizado.
Los animales no se comercializan en vivo, sino que se destinan directamente a la industria cárnica, lo que garantiza una trazabilidad completa y el mantenimiento de la calidad. Desde el momento de la captura, los servicios veterinarios realizan los controles necesarios para certificar que la carne es apta para el consumo humano. De esta forma, se asegura no solo la calidad alimentaria, sino también la viabilidad comercial de un producto autóctono y saludable.
Por tanto, el proyecto ejecutado trata de reducir la presión sobre los cultivos y ensalza un producto gastronómico de alta calidad. La carne de conejo silvestre se convierte en un nuevo atractivo para los profesionales de la restauración, que encuentran una materia prima excelente para una cocina ligada al territorio y a la sostenibilidad.
En amplias zonas agrícolas de la comunidad autónoma, el conejo silvestre ha pasado de ser un elemento tradicional del paisaje rural a convertirse en una amenaza constante para los cultivos, especialmente los leñosos. La sobreabundancia se concentra en áreas donde la caza está limitada, como lagunas, carreteras o taludes ferroviarios. Esta situación ha provocado daños recurrentes y ha diezmado la rentabilidad de numerosas explotaciones agrarias.
Este proyecto piloto, impulsado por el Gobierno de Castilla-La Mancha en colaboración con Asiccaza, apuesta por un nuevo modelo de gestión sostenible del conejo silvestre en la región. Si los resultados se confirman, se abrirá una nueva vía para la conservación del ecosistema, el desarrollo rural y la innovación gastronómica.