Cuando sonó el pitido final y el marcador del Paco Gálvez reflejaba un 2-1, Darío Martín rompió a llorar de la emoción. Una decena de mensajes en su móvil tras la conclusión del partido terminó desatando las lágrimas del entrenador del Atlético Tomelloso al ver que su equipo ponía fin a una sequía sin ganar de casi cuatro meses.

La remontada ante el Azuqueca hacía que el equipo tomellosero volviera a saborear una victoria, algo que no ocurría desde el 12 de noviembre.

“Es normal que me emocione” reconocía el bueno de Darío en rueda de prensa mientras explicaba que “en el primer tiempo llegamos con la misma sensación de siempre y nos preguntábamos si tan mal lo habíamos hecho. Y revivimos errores pasados. Total, que después de ir perdiendo y darle la vuelta al marcador, pues te emocionas”. Además, recordaba que “somos una piña y somos los primeros que queremos ganar” y celebraba que “sin hacer un partido brillante hemos ganado”.

Se le llenaba la boca al técnico auriverde al señalar que “el equipo tiene corazón”, algo que no es fácil “porque todo se ponía en contra” y volvía a echar en cara el tema del campo porque “sigo poniendo la excusa del campo porque no nos adaptamos a él. Es alucinante no poder dominar al rival porque la pelota va como un conejo”.

Mientras tanto, la victoria no le privó de reconocer y elogiar a su rival ya que  "el Azuqueca hizo un gran planteamiento y me gustó su partido”. Por otro lado, y respecto a los cambios realizados, Darío apuntaba que “tener más delanteros no nos garantiza marcar más goles, pero hoy (por el domingo) ha salido”. Por eso, “me voy muy contento porque esta victoria se la merecían mis futbolistas” y no suspiraba mientras decía que “no os imagináis el peso que nos hemos quitado de encima”.

También entonaba el mea culpa en algunos errores, como a la hora de reconocer los goles que está encajando el equipo. “De los últimos siete goles, seis han sido a balón parado. Nosotros trabajamos entre semana la estrategia a balón parado ofensiva y defensiva, pero a veces aparece el miedo o la falta de concentración. No tengo que decirle al jugador quién ha fallado; él lo sabe muy bien y seguro que la próxima semana estará más atento”.

Ya por último, se deshacía en elogios a sus jugadores. “He visto tantas acciones que me han gustado de mi equipo… El equipo tiene alma y esta victoria nos hace creer en lo que hacemos. Estoy orgulloso de mis jugadores” expresaba Darío mientras concretaba que “Javi López es el cuarto partido que participa y le viene muy bien marcar y a Chendo pues lo mismo porque ya lleva dos goles en dos partidos”.