Solo ha jugado cuatro partidos como titular en lo que va de temporada, pero a tenor de su última actuación seguramente merezca partir de inicio muchas veces más. Dani Ceballos no ha sido ni mucho menos uno de los futbolistas más brillantes del Real Madrid desde que firmara hace cinco temporadas, pero puede que en el encuentro de los octavos de final de la Copa del Rey ante el Villarreal firmara su mejor actuación vestido de blanco hasta el momento.

El 'alumbramiento' de Ceballos le viene como anillo al dedo a Carlo Ancelotti y al Real Madrid. El técnico italiano está viendo en los últimos partidos como, sobre todo después del parón por el Mundial, muchos de sus jugadores no están ni de lejos al nivel que esperaba. Esto le está llevando a buscar alternativas, a darle minutos a jugadores sobre los que, en principio, no tiene tanta confianza depositada, pero de esta manera ha encontrado al que puede ser su mejor fichaje de invierno para lo que resta de temporada.

35 minutos, un gol, una asistencia y una actuación estelar en la remontada blanca. Ese fue el balance de Dani Ceballos en el partido de los octavos de final de la Copa del Rey. Las estadísticas hablan por sí solas y casi no merecerían un análisis complementario, pero a los números le acompañaron las sensaciones. El centrocampista cambió el partido por completo, hizo jugar a su equipo, creó magia en el centro del campo y fue la chispa que encendió la reacción madridista. 

La actuación de Ceballos en el partido ante el Villarreal. DAVID VICENTE

El sevillano terminó el partido con una sonrisa de oreja a oreja. No era para menos, sabía que se había echado a la espalda a todo un Real Madrid para salvarlo de un segundo batacazo consecutivo. Fue el mejor jugador con una camiseta blanca en el terreno de juego, y eso no es algo que haya sucedido muchas veces desde que él viste de ese color.

Cambia el partido

Siempre se dice que al Real Madrid no se le puede dar por muerto hasta que suena tres veces el silbato del colegiado señalando el final, pero lo cierto es que el equipo estaba sobre la lona en el Estadio de la Cerámica. Dos goles abajo en el marcador, con un equipo sólido enfrente y con unas pésimas sensaciones que venían a confirmar lo visto en los encuentros anteriores.

La primera parte de los blancos había sido aterradora, y la segunda iba por el mismo camino hasta que Carlo Ancelotti decidió tomar cartas en el asunto. El italiano movió el árbol y quitó del terreno de juego a una de las vacas sagradas como es Toni Kroos para dar entrada a Dani Ceballos. Todo un acierto del técnico, al que se le acusó de no tener capacidad de reacción en la pasada final de la Supercopa ante el Barcelona.

Vinicius felicita a Ceballos por su gol al Villarreal en Copa del Rey Reuters

El de Utrera entró al terreno de juego con confianza, como sabiendo que su destino estaba marcado y que iba a ser importante en el partido. Desde el momento en el que pisó el terreno de juego por primera vez, cambió el sino del encuentro. En una de sus primeras apariciones regaló un gol a Vinicius. Se internó por el carril central, se coló en el balcón del área y le dio una gran asistencia al brasileño para poner el primer granito de arena en una remontada que hasta el momento parecía una utopía.

Había más. Suyo fue un centro del que nació el gol del empate. Ceballos puso un centro al segundo palo para el remate de Karim Benzema que a punto estuvo de terminar en el fondo de las mallas. El guardameta del Villarreal respondió a ese cabezazo, pero en el rechace Militao la empujó para igualar el partido.

El encuentro se había igualado de repente, y no solo eso, sino que el Real Madrid había pasado de ser un equipo hundido a dominar el choque y atemorizar a su rival. Pero cuando todo el mundo se preparaba para contemplar otros 30 minutos de fútbol en la prórroga, Dani Ceballos apareció de nuevo para romper los pronósticos. Asensio recibió un pase de Vinicius, evitó que el balón se marchara por la línea de fondo, y al levantar la cabeza vio al sevillano en la frontal del área entrando solo. 

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El resto ya es uno de los momentos que se le van a quedar para siempre en la cabeza al centrocampista. Puso el interior de su pie derecho y, con calidad, acomodó el balón en la base del poste para darle la vuelta al partido cuando apenas quedaban cuatro minutos para el final. 

El 'fichaje' necesario

El Real Madrid estaba al borde del precipicio. La palabra crisis ya estaba empezando a aparecer en el horizonte y el nerviosismo estaba a punto de apoderarse de la situación. Las actuaciones irregulares en los últimos partidos de La Liga y el pinchazo en la final de la Supercopa de España ante el FC Barcelona con una mala imagen pesaban demasiado, así que una eliminación en la Copa del Rey hubiera supuesto una losa en este duro mes de enero.

Pese a todo, el club blanco no valora la opción de lanzarse al mercado de fichajes para reforzar la plantilla aunque haya jugadores que no estén en su mejor momento. Hay futbolistas lejos de su mejor versión y otros lesionados, una pandemia que afecta sobre todo al centro del campo.

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Tchouaméni estará fuera un tiempo por unas molestias en el sóleo, Modric necesita recuperar fuerzas después del Mundial, Toni Kroos debe cuidar mucho sus esfuerzos y Fede Valverde está lejos de ser el que era antes de la Copa del Mundo. Por eso, Camavinga y Ceballos son quienes parecen tener las piernas más frescas y una mayor reserva de energías que le pueden venir muy bien al equipo en el segundo tramo de la temporada. 

Con este panorama, la búsqueda de alternativas se presenta casi como una necesidad para Carlo Ancelotti, que no va a poder tirar de sus hombres habituales tan a menudo y va a necesitar recambios de garantías. Ceballos ha dado un golpe en la mesa después de su gran noche, le ha dicho al míster 'aquí estoy yo' y se ha ganado a pulso la oportunidad de tener más minutos en este Real Madrid.