Google busca la paz en Android con un nuevo acuerdo de licencias

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El Androide Libre

¿Es necesario un tercer sistema operativo móvil?

Dentro del monopolio que suponen Apple y Android como sistemas operativos móviles, unos intentan ser otros. ¿Necesitamos un tercero en el plano móvil?

7 mayo, 2017 20:30

En el panorama de la telefonía móvil, los dos grandes reyes son iOS y Android como sistemas operativos predominantes. Mientras los dos pelean, nos preguntamos: ¿Necesitamos un tercero que medie entre los titanes?

Android, o iOS. La manzana, o el androide. La eterna guerra cada día se acentúa más incluso cuando Android se ha declarado el sistema más usado del mundo superando incluso a Windows. El debate dedicado a cuál es mejor o peor no es el que nos atañe ahora, sino a qué hacen sus dueños con ellos. Apple sigue con la misma premisa que siempre y Google cada día intenta parecerse más a ellos (veamos el Pixel) a sí que, surge la pregunta: ¿necesitamos un tercer sistema en el mundillo móvil? Analicémoslo.

¿Qué necesitaría para triunfar?

 

La base del éxito de Android es su código libre, o mejor dicho la capacidad de hacer lo que quieras con tu sistema. Personalizarlo, toquetearlo, modificarlo, y dejarlo exactamente cómo a ti te gusta. Un sistema nuevo que quisiera irrumpir en el escenario móvil debe ser accesible y no poner limitaciones exceptuando en los aspectos comerciales. Si le dejas a la gente hacer lo que quieras, se sentirá más agusto usando su teléfono.

Un sistema móvil debe ser libre y darle poder a los usuarios. De lo contrario, se sentirán encerrados y fracasará.

Otra de las claves del éxito de nuestro hipotético sistema, al cuál llamaremos JetpackOS (por aquello de los «loles) creo que sería la compatibilidad con los servicios básicos que usamos todos, ya sea WhatsApp, Instagram o el ecosistema de aplicaciones de Google. Estamos tan acostumbrados a tenerlo todo a mano que quitarnos esa posibilidad sería crear un segundo Windows Phone y dado la aplastante mayoría que posee Android estaría abocado al desastre.

Y por último, JetpackOS debería tener un apoyo inicial lo suficientemente alto por parte de la comunidad para prosperar. Si este tercer sistema pasara desapercibido por los principales canales de telecomunicaciones estaríamos destinados a fracasar. Necesitaríamos un proyecto con el que encandilar a posibles compradores, y que se expandiera a lo largo de los posibles mercados que ocuparíamos.

¿Quién lo apoyaría?

Este sistema, JetpackOS no podría triunfar sin alguien que lo apoyara. No podría nacer y despegar solo (badumtss) si caminara en solitario por el mercado, y el principal que necesitaría sería el de la comunidad. Una comunidad proclive a promocionar y darle uso a un sistema es clave para su crecimiento. El boca a boca haría su efecto, y posibles inversores que detectaran este movimiento estarían interesados en el proyecto.

Con el inversor dispuesto a arriesgarse por JetpackOS, intentaría publicitar su proyecto. Esto pasaría a las marcas fabricantes de móviles para encontrar a alguna que le diera «cuerpo» para funcionar. Un buen teléfono que tuviera este nuevo sistema atraería a los curiosos cuanto menos, y si funcionara bien sería más popular. Sería clave un suma y sigue constante, puesto que ese es el camino que ha seguido Android a lo largo de los años.

Ahora sería cuestión de que el público se adecuara a usar algo novedoso que no fuera Android o iOS, lo cuál es lo más difícil del proceso. Mucha gente ha deshechado otras opciones directamente por ser algo nuevo y con incertidumbre respecto al éxito, matando posibles compradores. JetpackOS debería ser lo suficientemente atractivo para superar esa barrera, y crecer exponencialmente.

Ya ha habido víctimas por el camino

El camino de la innovación es arduo y duro, y puede salir escandalosamente bien como en el caso de Android o… estrepitosamente mal. Ha habido otros valientes que han intentado asaltar las murallas del Rey Androide en vano, incluso antes de comenzar la batalla. Y es triste en cierta parte, puesto que aunque amamos Android no estaría de más tener un poco más de variedad en lo que a sistemas operativos se refiere y tener más libertad de elección.

Como he dicho anteriormente, la clave del éxito de algo nuevo es su buen inicio. Y creo que ninguno de los ejemplos que pondremos a continuación ha conseguido superar siquiera una fase de reconocimiento, debido a la hegemonía de los dos rivales.

La primera víctima fue sin duda Symbian, el hasta entonces rey que daba vida a los móviles Nokia. Esto, como sabemos todos, fue todo un arrollamiento también por culpa de la propia Nokia. Ignoró Android como alternativa, contraatacando con más Symbian y pasando a Windows Phone, estrategia que le dejaría lejos del mercado durante años. Sin duda, un acto imprudente que le costó demasiado cara a la firma finlandesa.

Nokia se dio de bruces con la realidad: Android vino para quedarse, y sus experimentos aceleraron su muerte.

Ay, Windows Phone, nuestra siguiente víctima. Su cuota de mercado fue ridícula incluso antes de que llegara a hacerse un nombre. Abanderados de Nokia, daba vida a móviles característicos, resistentes y potentes a su manera. Teléfonos de calidad con un pequeño problema: el sistema estaba tan cerrado que parecía una cueva. No tenías ni YouTube. Apenas podías instalar alguna que otra aplicación en la Store y tuvo fallos de software durante toda su existencia. Fue el día en el que los desarrolladores independientes pasaron del proyecto cuando se supo su ya anticipada muerte.

Y no nos faltan más ejemplos minoritarios. Blackberry, la firma canadiense que se ha rendido en el territorio móvil tuvo su intento con su sistema Blackberry 10, el cuál fue poco más que un suspiro. Y era un buen sistema, creedme. Maemo, un intento de Nokia pasó a ser MeeGO para acabar siendo Tizen, la alternativa a Android de Samsung con Bada. Y no podemos olvidarnos de dos difuntos de honor como fueron Firefox OS y Ubuntu OS. WebOS de Palm, O Jolla que apenas colea…

¿Realmente es necesario un tercer sistema?

Personalmente, creo que la respuesta es un sí rotundo. Nuestro sistema, Android, está autoconsumiéndose a si mismo dependiendo de otros servicios y aspectos externos perdiendo su propia esencia de código libre. Capas personalizadas, exclusividad en los Píxel… Pierde su identidad progresivamente y esto da lugar a que ya no haya versiones de Android, sino marcas. Pregúntale a un amigo que no sepa mucho qué versión de Android y tendrás la respuesta.

Android está perdiendo su nombre en pos de las marcas, y esto puede generar en la pérdida del fundamento de este sistema: su código libre.

Por otra parte, casi todas las marcas tienen un trastorno casi enfermizo y crónico de intentar copiar a Apple. Los pasos que está dando Google con su Píxel son claramente influenciados por la manzanita, y casi todos los movimientos que realizan grandes marcas como Samsung o Huawei intentan emular los icónicos iPhone. Y tengo que decirlo claramente: me parece una estupidez como una casa que ya ha dado catástrofes como la del Note 7.

Hace falta un sistema terciario que le quite la tontería a Google y despierte a las demás marcas del sueño de Apple. Estoy harto de que todos se intenten copiar entre todos y predomine la competitividad más que la innovación. Me encanta Android pero no quiero estar abocado a tener que elegir entre iOS o una capa de personalización. Algo debe romper el tablero, para espabilar a los que ocupan el trono. Y debe hacerse ya.