“No sé si te has fijado pero estamos en plena ola de calor. Las temperaturas suben, la gente hace locuras de toda clase. Es un fenómeno bien conocido”. Argumenta uno de los personajes de Mick Herron en Tigres de verdad sobre un caluroso, casi infernal, Londres. También en España, las altas temperaturas han llegado y los grandes novelistas del suspense han tardado poco en dar rienda suelta a sus crímenes más truculentos. Desde Australia hasta Estados Unidos, pasando por España, Holanda o Venecia, sus juegos de espías, suspenses clásicos al más puro estilo Agatha Christie o Conan Doyle, intrigas policiales, venganzas  y hasta poderes ocultos o sobrenaturales invaden las novedades más negras de los meses más calurosos del año.

Crímenes a altas temperaturas

En este catálogo de detectives y asesinos, buenos malos y malos buenos –también buenos-buenos y malos-malos– varias son las propuestas que nos recuerdan que el sol, implacable, a veces tampoco tiene clemencia. Es el caso de Jane Harper. Nacida en Inglaterra, aunque creció y vive desde los 8 años en Australia, la escritora nos traslada al verano austral más inhóspito de la región yerma y árida de Outback.

En su tercera novela, El hombre perdido (Salamandra), Harper, que se ha convertido ya en todo un reclamo del suspense australiano, recrea un hipnótico relato sobre un hombre, Cameron Bright, que aparece muerto junto a “la tumba del ganadero”. Aunque todo parece indicar que se debe a circunstancias aparentemente naturales, debido a una insolación y una fuerte deshidratación bajo el sol, pronto el hermano mayor de los Bright, Nathan, se planteará qué hacía un hombre como Cam, copropietario de la mejor explotación ganadera de la zona, a varios kilómetros de su coche, sin agua, al lado de una tumba donde, según cuenta la leyenda, nunca existió un cuerpo.

De sol a sol, nos llega lo nuevo de uno de los referentes indiscutibles del género, John Connolly. “Desierto, matorrales y una ciudad a la luz del sol: Phoenix, Arizona”. Hasta allí viajará el detective Charlie Parker en Antigua Sangre (Tusquets). Ambientado en su particular universo de terror, crímenes y cuentos de hadas, el cazador vagará desde los desiertos de Arizona hasta los canales de Ámsterdam o las calles de Londres, tras la pista de varios cadáveres de mujeres asesinadas en una especie de rito sacrificial.

Con su particular humor negro, el escritor irlandés continúa su persecución de las fuerzas del mal en esta nueva entrega en la que, como es habitual en él, no escatima en su tono de denuncia social. Al fin y al cabo, como enfatiza él mismo, “los pobres y los vulnerables no deben quedar a merced de los ricos y los depredadores”.

Y si en Londres dejamos a Parker, también en la capital inglesa, Mick Herron pondrá a trabajar a sus caballos lentos de la Casa de la Ciénaga al mando de su indomable Jackson Lamb en Tigres de verdad (Salamandra). La tercera entrega de estos agentes secretos, casi “juguetes rotos”, condenados a realizar eternamente las tareas burocráticas del departamento, es la constatación de una de las series actuales más innovadoras y refrescantes de espionaje. En esta ocasión, implicados sin querer, tras el secuestro de una de ellos, en medio de un complot que amenaza con hacer saltar por los aires los cimientos de la Casa de la Ciénaga, los potros desbocados de Lamb tendrán que hacer frente a una conspiración política a gran escala, al tiempo que tratan de sobrevivir a las balas y a sus propias debilidades.

De María Oruña a Donna Leon: el suspense más clásico

Pero el género reivindica también la novela clásica de suspense con varias propuestas, homenaje intencionado o accidental a las novelas de Agatha Christie, Conan Doyle o Allan Poe. Es el caso de La lista de invitados (Harper Collins), de Lucy Foley. Ambientada en una isla irlandesa a la que acuden los invitados de la boda del año, el enlace entre Jules Keegan y Will Slater, esta novela tiene todos los ingredientes al más puro estilo de la reina del crimen: resentimientos del pasado, envidias ocultas, secretos, trece invitados y un asesinato... Cuando en el momento de cortar la tarta uno de los personajes aparece muerto y se desata una fuerte tormenta que les deja atrapados en la isla, nadie permanecerá libre de sospechas.

Ya en España, y de la mano de María Oruña, en Lo que la marea esconde (Destino), Valentina Redondo vuelve a ponerse al frente de una nueva investigación de la saga de Puerto escondido. Para ello, la detective tendrá que abandonar el medio rural por el urbano y centrar la mirada, como los escritores clásicos del género, en la alta sociedad, cuando una de las mujeres más poderosas de Santander aparece muerta en el camarote de una goleta durante el transcurso de una cena de honor a un famoso tenista. Clásica historia de “habitación cerrada”, si nadie ha entrando ni ha salido del cuarto, cerrado meticulosamente con llave, donde se ha encontrado el cadáver, ¿quién la ha asesinado?

Imagen de la serie Cormoran Strike, adaptación de la saga de Robert Galbraith, seudónimo de J. K. Rowling

También otra mujer, una de las indiscutibles del género, Donna Leon, regresa con el caso número 30 de su emblemático comisario Brunetti en Esclavos del deseo (Seix Barral). Envuelto en una retorcida historia de tráfico sexual e inmigración, la acción se desencadena cuando el comisario investiga a dos jóvenes venecianos, sospechosos por omisión de socorro a dos turistas estadounidenses que aparecen gravemente heridas en el hospital tras un accidente en un paseo nocturno en barca.

“Escribí sobre el problema de la esclavitud sexual de las mujeres ya en el cuarto libro —nos contaba la propia Leon cuando presentó la novela—. Hace 26 años ya estaba dando voz a estas mujeres engañadas para venir a Europa con la promesa de un trabajo que acaban prostituyéndose contra su voluntad. Y resulta que casi tres décadas después se está haciendo lo mismo. Está pasando en Europa y no se está haciendo nada. Como si la policía estuviera de vacaciones porque las víctimas son mujeres. Me preocupa enormemente ver que en tanto tiempo no se ha hecho casi nada por poner fin a este drama. Por eso he escrito otro libro”.

Del calor australiano a los páramos noruegos

Y del calor austral nos trasladamos a los páramos de Noruega. El reino es el último título del aclamado autor de suspense, Jo Nesbø. Publicado en mayo por Reservoir Books, el nuevo trabajo del escritor nórdico, un thriller tenso y atmosférico, esta vez no contará con la presencia de su emblemático detective Harry Hole. La historia aparentemente ya la hemos leído antes. Roy y Carl son dos hermanos, huérfanos de padres, que toman caminos muy distintos. Uno se queda en su pueblo y el otro decide viajar por el mundo en busca de fortuna. Pero cuando Carl regresa algunos años más tarde con su carismática esposa, Shannon, una arquitecta, será solo cuestión de tiempo que se desencadene una serie de acontecimientos que amenace con romper su estabilidad y deje tras de sí su propio reguero de muertos.

Nesbø no defrauda con este título que algunos han señalado como uno de sus mejores trabajos. “No es El reino un relato procedimental, es decir, no se agota en sí mismo; tampoco es el típico thriller que busca el cliffhanger (dejar al lector pendiente de la trama en todo momento), sino una brutal historia de emociones y sentimientos, tan inquietante como desasosegante que se toma su tiempo para destapar la vileza que anida en el pueblo –opina el crítico de El Cultural, Miguel Ángel Oeste–. Una novela que perturba y que traslada el malestar de una humanidad violenta, en la que los sociópatas son personas que se definen por su normalidad. Una de las novelas más logradas del autor noruego”.

Por su parte, quien sí que regresa con una nueva entrega es el detective Cormoran Strike y su inseparable Robin Ellacott. La serie policiaca con quien se dio a conocer Robert Galbraith, seudónimo de J. K. Rowling, en 2013 con El canto del cuco, es además una de las ficciones adaptadas a la pequeña pantalla que alcanza ya su cuarta temporada.

El quinto libro de esta saga, Sangre turbia (Salamandra), nos trasladará a los años 70 cuando su protagonista aborde el caso aún por cerrar de Margot Bamborough, una médica desaparecida en 1974 en extrañas circunstancias. A medida que avancen en su investigación, los dos detectives se sumergirán en una historia de cartas de tarot, libros de ocultismo y un asesino en serie con impulsos sádicos que salpicará inevitablemente a su presente.

Un thriller sobrenatural

Pero la autora de Harry Potter, no será la única novedad. Otro peso pesado se suma a estos títulos con un thriller sobrenatural, muy en la línea de Connolly. Aunque más conocido por sus novelas de terror, no es la primera vez que Stephen King experimenta con otros géneros. Su último título, Después (Plaza & Janés) centra la narración en el particular don de Jamie Conklin, poseedor de una habilidad sobrenatural que le permite ver aquello que nadie puede ver y enterarse de lo que el resto del mundo ignora. Cuando una inspectora del Departamento de Policía de Nueva York le obliga a evitar el último atentado de un asesino que amenaza con seguir atacando incluso desde la tumba, Jamie no tardará en descubrir que el precio que debe pagar por su poder tal vez es demasiado alto.

Cierran esta lista estival dos interesantes propuestas. Finalista en 2016 del Man Booker Prize, Graeme Macrae Burnet se dio a conocer por su tartan noir, Un plan sangriento, que Impedimenta publicó en español en 2019. Ahora, la editorial que también distribuirá su cuarta novela próximamente, Case Study, publica La desaparición de Adèle Bedeau, protagonizada por el inspector Georges Gorski. Aunque más clásico y menos arriesgado que Un plan sangriento, en este título el escritor escocés da rienda suelta a su imaginación en una novela de misterio al uso, en la infatigable búsqueda por descubrir el paradero de la camarera, Adèle Bedau, con el punto de mira en el solitario Manfred Baumann.

Por último, junto a Macrae Burnet, otro habitual del crimen y de la novela negra. Michael Connelly regresa con el periodista Jack McEvoy, héroe inesperado de El poeta y El espantapájaros, en Advertencia razonable (ADN). Una persecución al límite tras un asesino en serie con el que el veterano redactor se ve involucrado, después de que este mate brutalmente a una conocida común. Sumergiéndose en los rincones más oscuros de la dark web, Jack busca a contrarreloj la última fuente que puede llevarlo hasta el asesino. La pregunta es, ¿llegará a tiempo antes de que ataque de nuevo?

@mailouti