Trad. Sofía Tros. Mondadori, 2010. 248 páginas, 19 euros.



Cantante de la banda de música Dionysos, Mathias Malzieu (Montpellier, 1974) se ha convertido con sus novelas en un verdadero fenómeno de ventas en Francia. Autor de 38 miniwesterns (2003) y La mecánica del corazón, que alcanzó un éxito impresionante de ventas en Francia y en el extranjero. La historia de Jack, el personaje de esta novela, se une a la lista de los personajes que han marcado nuestra infancia, desde el Principito a Don Quijote, pasando por Eduardo Manostijeras, personaje al que recuerda con su corazón mecánico. Un libro lleno de ternura cuya lectura se ha vuelto fundamental. Hace apenas unos meses, pudimos ver a Mathias Malzieu, promocionando la novela en la Feria del Libro de Madrid. Ahora, se publica su primera novela, La alargada sombra del amor, que es la historia de un joven Mathias treintañero que acaba de perder a su madre.



De forma realista, el personaje de Mathias cuenta su vuelta a la casa familiar, en donde vive desde siempre con su hermana Lisa y su padre, tras el fallecimiento de su madre. La vida parece no haber cambiado, el personaje sigue haciendo las mismas cosas, pero su existencia ya no tiene sentido. La novela empieza con preguntas que el personaje dirige a su madre difunta. Demuestran la tristeza, la soledad y el desazón que siente el personaje cuyo lenguaje y angustias recuerdan a las de un niño. Hasta que se le aparece Jack, un gigante de más de cuatro metros, que le ofrece un trozo de su sombra para ayudarle "a reparar" su interior. Jack sabe lo peligroso que es dejarse llevar por la melancolía y le advierte: "Mientras estés vivo tú no tienes nada que hacer (en el país de los muertos). Lo que encontrarías en ese lugar sería tu propia muerte, nada más" (p. 33). El gigante es el vínculo del pequeño Mathias con la realidad, su puente necesario con la vida exterior. Hasta que Mathias pide al gigante llevarle al mundo de los difuntos dando a la novela el giro necesario hacía el género fantástico.



Con su despeinado pelo pelirrojo, su pequeña estatura y sus ojos verde claro, Malzieu tiene un físico de brujo. Cuando se leen sus libros, con niños de corazones mecánicos, gigantes que prestan un trozo de su sombra y frases poderosas, uno se da cuenta de que no va tan descaminado. Las obras de Malzieu nos sumergen en una cueva encantada que en muchos aspectos se parece al mundo en el que vivimos. ¿Somos nosotros los que no sabemos ver lo que nos rodea? La escritura de Malzieu envuelve, sus frases musicales elevan la mente y transforman nuestra mirada hasta devolverle su pureza inicial. Su universo mágico sabe mezclar los personajes realistas con los seres imaginarios y esta mezcla sirve para explicar la extraña realidad en la que vivimos tan bien como lo hacen los cuentos de hadas.