La vida del señor Rutin discurría previsible y ordenada en Gotland donde alternaba su trabajo como recepcionista con los ratos destinados a tocar el acordeón. Pero un día empezó a sentirse mal porque, sencillamente, tanta rutina le aburría. Y lo mismo que algunos deciden romper con todo, nuestro protagonista optó por eliminar de su vocabulario el "sí", el "no" y la primera persona para experimentar un giro radical en su vida. Infinidad de situaciones hilarantes que rayan el humor del absurdose derivan de este simple desafío lingüístico, provocando que el señor Rutin no solo tenga que ir al doctor o a un disparatado programa de la televisión sueca, sino que tome conciencia de que la propia vida puede ser el bien más preciado cuando estás a punto de perder lo que dabaspor supuesto.
Secciones
- Entreclásicos, por Rafael Narbona
- Stanislavblog, por Liz Perales
- En plan serie, por Enric Albero
- A la intemperie, por J. J. Armas Marcelo
- Homo Ludens, por Borja Vaz
- ÚItimo pase, por Alberto Ojeda
- Y tú que Io veas, por Elena Vozmediano
- iQué raro es todo!, por Álvaro Guibert
- Otras pantallas, por Carlos Reviriego
- El incomodador, por Juan Sardá
- Tengo una cita, por Manuel Hidalgo
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