Asuntos tan serios como el abuso escolar también pueden ser planteados desde la perspectiva del humor, y he aquí el mayor logro de esta autora mexicana al dar con el tono de la narración en acertado correlato con los jocosos dibujos de Patricio Ortiz. Nos adentramos en el testimonio de Leo, un chaval que sufre las burlas de los gamberros de la escuela, entre los que se encuentra su primo. Sin embargo, descubrir a un famoso futbolista que logró dos mundiales a pesar de sus limitaciones físicas, supondrá un aliciente para que nuestro protagonista luche contra los "tiburones" haciendo uso de su inteligencia frente al torpe atropello de la violencia. Una novelita en la que, sin perder la sonrisa, aprendemos a reflexionar sobre la necesaria confianza en nosotros mismos.