Image: La Gran Armada

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Ensayo

La Gran Armada

G. Parker y C. Martin

2 diciembre, 2011 01:00

La armada invencible (1588)

Trad. de C. Martínez y J. A. Pardos. Planeta. 592 pp., 25'50 e.

En 1988, coincidiendo con el cuarto centenario de los hechos, Parker y Martin publicaron su estudio sobre la Armada de Felipe II contra Inglaterra. La edición actual se apoya en bastantes documentos nuevos, y entre ellos las relaciones de dos testigos: el almirante general español, Juan de Recalde, y el exiliado católico inglés William Stukeley. El resultado es un libro más extenso y detallado que el anterior.

Geoffrey Parker es un conocidísimo historiador británico especializado en la historia de la guerra en la Edad Moderna, que ha dedicado muchos de sus estudios a la época de Felipe II, hasta el punto de convertirse en el mayor conocedor actual de dicho rey y su reinado. Su reciente Felipe II. La biografía definitiva, reseñada en estas páginas (22-10-2010), es una prueba de su minuciosidad y su búsqueda exhaustiva de nuevas fuentes que le permitan confirmar o variar sus tesis anteriores. Esto es lo que ha hecho ahora con el libro que escribiera hace más de dos décadas con la ayuda del prestigioso arqueólogo submarino Colin Martin, imprescindible en la búsqueda e interpretación de los restos de naufragios dejados por la Armada en su periplo por las islas británicas, tras ser desorganizada frente a Gravelinas el 8 de agosto de 1588. Con gran detalle y una notable belleza descriptiva -que debe mucho, si duda, a los traductores- los autores analizan la historia de la Armada desde que comenzaron los planes de Felipe II hasta la fallida ejecución del "Gran Designio". Su objetivo esencial es el de acabar con los muchos mitos que han rodeado la historia de aquella formidable expedición, empezando por su nombre exitoso pero incorrecto de "Armada Invencible", creado sarcásticamente por lord Burghley después de la batalla. Otros mitos importantes son el del arcaísmo naval de la Armada en comparación con los barcos ingleses, o el de la ineptitud del duque de Medina Sidonia. La realidad es que la expedición española constituyó una formidable amenaza y que su comandante en jefe dio notables muestras de capacidad de trabajo, organización y mando. La expedición tenía algunos puntos débiles, el principal de los cuales eran las imprecisiones sobre la difícil conexión de la Armada con la fuerza expedicionaria de Alejandro Farnesio procedente de los Países Bajos. Las circunstancias meteorológicas no fueron además favorables y, al fracasar el contacto, quedó en evidencia la falta de un plan alternativo. Muchos de los responsables de la expedición tenían serias dudas sobre el plan, cuyo responsable fue el propio rey, convencido de que no le habría de fallar la ayuda divina.

Los enfrentamientos pusieron de manifiesto la mayor rapidez de los galeones ingleses y la superior modernidad y maniobrabilidad de su artillería naval -que habría de ser una de las bases del desarrollo posterior de su marina- frente a una táctica española basada en el combate cercano y el abordaje, pero los ingleses carecían de capacidad naval para enfrentarse a la potente expedición española y respiraron aliviados cuando vieron el fracaso de la temida invasión. La potente Armada que abandonó los mares de Gravelinas no había sido derrotada y el mayor desastre lo sufrió en el regreso a las costas españolas bordeando por el norte las islas británicas. La historia posterior la escribieron los vencedores, pero el libro concluye con un cálculo de lo que podría haber ocurrido si la Armada hubiera desembarcado en las costas del condado de Kent. Seguramente Felipe II habría conquistado Inglaterra y, como consecuencia de ello, habría acabado con la revuelta de los Países Bajos y habría tenido las manos libres para intervenir en Francia y Alemania, asegurando firmemente su hegemonía. Tal resultado estuvo bastante más cerca de lo que la historia nos ha hecho creer. "Cabe concluir razonablemente -escriben los autores- que el ‘Gran Designio' de Felipe II contra Inglaterra en 1588 podría haber constituido, tal vez en circunstancias algo diferentes, el triunfo supremo de su reinado".