El cine no solo es arte. También es vida, reflejo de un tiempo y de una sociedad. Y, por encima de todo, un estado interior que resume y proyecta el director del filme, autor y responsable final de lo que verá el espectador. Uno de sus máximos paradigmas es José Luis Garci. Como demuestra Andrés Moret Urdampilleta (Bilbao, 1977) en la monumental Una vida de repuesto, su cine no solo le representa a él, también nos abre las puertas a una época (o épocas) en la que no hay una sola ausencia.

Una vida de respuesto. El cine de José Luis Garci

Andrés Moret Urdampilleta

Hatari! Books. 864 páginas. 49,95 euros

El cine que yo hago

Marguerite Duras

Traducción de Vanesa García Cazorla

Shangrila. 382 páginas. 25 euros

Regreso a la Calle Mayor

Juan Antonio Bardem

Prólogo: Bernardo Sánchez

Pepitas de Calabaza. 140 páginas. 17 euros

De la política al deporte, pasando por la cultura, Moret ha recogido, gracias a su cercanía con el director madrileño durante 14 años (como socio y amigo), la pasión con la que el director de Volver a empezar (el 11 de abril se celebran los 40 años de su Óscar) ha acometido todas sus aventuras cinematográficas (y por tanto existenciales). Arranca su trabajo Moret con ‘Garci, el humanista del futuro. Bosquejos de un cine de autor’. Y no podía definir mejor al creador, entre otras, de Asignatura pendiente (1977), El crack (1981), El abuelo (1998) y Tiovivo c. 1950 (2004), todas ellas muestras inconfundibles de su forma de ser y de su caligrafía cinematográfica.

Precisamente de la existencia, del mundo y de la escritura nos habla también Marguerite Duras (Gia Dinh, Vietnam, 1914 - París, 1996) en El cine que yo hago. Esta edición de los investigadores François Bovier y Serge Margel recoge textos y entrevistas de la autora de El amante que tienen relación con sus 19 películas, entre ellas Nathalie Granger (1972), India Song (1974) y Los niños (1985), excluyendo las adaptaciones de sus libros y las películas que escribió, como Hiroshima mon amour.

En sus reflexiones, de gran belleza literaria, nos muestra su universo fílmico radical y depurado, los vínculos que hay en su obra entre la literatura y el cine y la paradoja de un cine que busca “destruir el cine”. Un tesoro para el cinéfilo, que hallará en este volumen algunos textos inéditos y otros hasta ahora de muy difícil acceso. Y para muestra, la munición con la que dispara en Le Camion (1977): “Que el cine camine hacia su perdición:/ ese es el único cine./ Que el mundo camine hacia su perdición: esa es la única política”.

[Los 100 de Juan Antonio Bardem: imágenes para un tiempo de sombras]

De política entendía mucho Juan Antonio Bardem, tantos años dirigente del PCE, que, en 1999, tres años antes de morir, se propuso rodar Regreso a la calle Mayor, un filme que debía ser algo más que una segunda parte de su obra maestra: Calle Mayor (1956). Ya no podrá ser pero la editorial Pepitas de Calabaza y Filmoteca Española publican ahora los documentos del proyecto (el guion, detalles del montaje, notas de personajes...) acompañados de un hondo estudio de Bernardo Sánchez, donde analiza esta interesante secuela. “La idea es la respuesta a una pregunta ¿QUÉ FUE DE ISABEL? como si esta Isabel fuese REAL; es decir como si la ficción que es Calle Mayor fuese un evento real”, detalla Bardem.