Hola, amigos:

Podéis empezar a escribir sobre el optimismo.

El ganador de la semana pasada, dedicada a la censura, ha sido…:

Syrah

Cuando consiguió parar de reír le puso al guion el sello de «Censurado».

El censor funciona como un termómetro, pero no detecta el calor, sino el peligro de la obra que censura. Si a él le produce estupor o escándalo, el texto debe ser censurado. En este caso, la reacción es de hilaridad, lo que señala la hipocresía propia de su labor. El verdugo quita vidas y el censor quita ideas, ocurrencias, ingeniosidades, etc., cuando estas son peligrosas para la sociedad (o sea, para el Poder). Para que exista la censura tiene que haber desconfianza en la capacidad de la población para asimilar correctamente determinados conceptos o ideas, como si esta fuera siempre menor de edad o fácilmente manipulable. La censura es un acto de desconfianza en la sociedad. Las risas del censor son, precisamente, las que el Poder no desea para los potenciales espectadores del texto. Sobre esta posición moral descansa el alma intolerante y sucia de la censura. El sarcasmo del relato opera como el cuento del rey desnudo: deja al descubierto la naturaleza de la censura. Y, al tiempo, consigue sacarnos una sonrisa a los lectores. No se puede pedir más.

Enhorabuena, Rafa Olivares, por el relato, estupendo, y por el premio.

Otros micros pudieron haber ganado:

Noniná

"Caballero, no se equivoque. Usted no está aquí por la censura, está por el art. 208 del código penal", le recordó el director de la cárcel.

Bullicio

Filtraba en su despacho las cartas que los soldados enviaban a casa desde el frente. Fue el primero en saber que la guerra estaba perdida.

Castañeta

De sus películas, obras maestras de arte y ensayo, la crítica destacaba el magistral uso de la elipsis, pero era cosa del censor.

Castañeta

Ninguna editorial se atrevió a publicar su libro "Sin tapujos", en el que narraba sus memorias como censor.

Prado

El censor no encontraba nada fuera de lo normal, por lo que dedujo que el sospechoso era más astuto que lo que suponía.

PTFG

El cura, con 40 años de experiencia y alma de humorista, durante aquel sepelio se sorprendió fantaseando con contar todo lo que sabía.

Mutis

Recién contratado, preguntó a su compañero de redacción si era cierto el rumor sobre la censura en el periódico. —Sshhhhhh —escuchó.

Saludos cordiales