Jesús Ferrero

Jesús Ferrero (Zamora, 1952) ha ganado el Premio Café Gijón 2018 con su novela Las abismales. El jurado de la 68.ª edición del premio ha destacado "la valentía del autor al plantear una historia que, con sólido anclaje en la realidad más apremiante, y con acertadas referencias filosóficas y simbólicas, construye una trama apocalíptica con tintes fantásticos, inmersa toda ella en una atmósfera de intriga y misterio". Rosa Regás, como presidenta del jurado, ha sido la encargada de leer el acta que contenía el fallo de una edición a la que se han presentado más de seiscientos manuscritos procedentes de todo el mundo. Además de Regás, han formado parte del jurado José María Guelbenzu, Mercedes Monmany, Marcos Giralt y Antonio Colinas.



El mismo Jesús Ferrero ha tenido turno de palabra en el acto celebrado este miércoles en el Café Gijón. El novelista ha reconocido estar viviendo uno de los momentos más felices de su vida como escritor, tanto por la solera del premio como del local. "Pensar que grandes autores y autoras me han precedido me llena de orgullo", ha añadido.



Ganador del Premio Ciudad de Barcelona 1982 por Bélver Yin, del Premio Azorín 1997 por El último banquete, del Premio Anagrama 2009 por Las experiencias del deseo. Eros y misos y, desde hoy, del Premio Café Gijón 2018 por Las abismales, el autor zamorano, residente en El Escorial, ha descrito su libro galardonado como una novela que transcurre en "el Madrid del presente, con un narrador en tercera persona que llena la historia de objetividad al alejarse de la situación y de la subjetividad" intrínseca al narrador en primera persona.



Jesús Ferrer se confiesa "obsesionado por la idea del miedo". Citando al Premio Nobel Elias Canetti, el novelista ha observado que "nada teme más el hombre que ser tocado por lo desconocido", y que precisamente de esa obstinación surge la historia. "Me parecía muy interesante reflexionar en las dos formas de terror y de miedo (el horror frente a lo desconocido y el horror que produce lo conocido), pero no lograba dilucidar cuál era la más aterradora", ha expresado. Es precisamente "en un Madrid reconocible" (conocido) donde "empiezan a pasar cosas que nadie puede explicar, que nadie puede controlar: comienzan a formarse masas de individuos y a surgir profetas. Aparecen periodistas que intentan sin éxito explicar lo que sucede, al igual que filósofos, pensadores e, incluso, teólogos. Sí, la Iglesia también intenta dar explicaciones teológicas a lo desconocido, pero, como siempre ha hecho, también intenta ofrecer respuesta racionalizada".



El novelista ha dejado claro que, desde un principio, y como hace en todas sus novelas, ha intentado establecer un "gran equilibrio entre la dimensión masculina y femenina", y que siempre ha "vinculado la escritura con el placer, puesto que no concibe vincularla con el sufrimiento. No tendría sentido escribir sufriendo, por lo que la redacción de Las abismales ha sido una construcción feliz".



Antonio Colinas, miembro del jurado que ha fallado en favor de la obra de Ferrero, también ha dedicado unas palabras a la novela que se ha alzado con el galardón. El poeta ha asegurado que la obra se trata de "una novela apocalíptica, muy osada en cuanto a forma y contenido. Se abre con un crimen, pero luego extiende la trama hasta el punto en que toda una ciudad, Madrid, se ve envuelta en la historia, en el momento en que sus habitantes empiezan a enfermar". El miembro del jurado ha insistido en la osadía de la novela, señalando que el autor "trabaja con lo paranormal, con el exceso, con el irracionalismo, pero que al final resuelve la historia de una manera perfecta y muy bien escrita".



La editorial Siruela será la encargada, un año más, de publicar la novela galardonada con el Premio Café Gijón, que verá la luz a finales del próximo mes de enero.