Especial: Lo mejor del año

Los críticos de narrativa en castellano de El Cultural han elegido Patria como mejor novela de 2016. Marcado por el ajuste de cuentas con el pasado (Aramburu, Soler, Pron) y con uno mismo (Montero, Piglia, Luisgé Martín, Marsé, Kopf), hay que celebrar también el protagonismo del relato (Mariana Enriquez, G. Navarro).

1. Patria

Fernando Aramburu. Tusquets



Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) novela al fin los más de treinta años de crimenes etarras, complicidades y silencios en el País Vasco. Y lo hace encarnando en Bittori, la viuda del Txato, una de las víctimas, esa necesidad de que alguien pida perdón por matar, por extorsionar, por abandonar a su suerte a quien antes fue amigo y hermano. Enfrente está la familia de Miren, íntima amiga de Bittori hasta que su hijo se unió a ETA en la adolescencia y terminó en la cárcel. Como destacó Nadal Suau al reseñarla, la novela "está atravesada por una sutil corriente de situaciones que cohesionan su verosimilitud pero también su posición ética, y que podrían servir para sintetizar sus intenciones profundas. Patria es un libro que captura el amor, el deseo o el desamor de sus personajes con una mezcla de cercanía y delicadeza difícil de lograr, emocionante".



2. Apóstoles y asesinos

Antonio Soler. Galaxia Gutenberg



Entre la novela histórica, la no-ficción documental, la novela de ciudad y el fresco político, esta obra de Antonio Soler (Málaga, 1956) es una apuesta densa y brillante por recrear una época siguiendo la estela de un personaje principal fascinante, Salvador Seguí, el Noi del Sucre, en las primeras décadas del siglo XX. Escrita con pulso narrativo, meticulosa energía y un especial talento para la panorámica general, el libro confirma la habilidad de Soler para construir protagonistas inolvidables.



3. La carne

Rosa Montero. Alfaguara



A vueltas con la soledad, la memoria, la muerte o el fracaso, Rosa Montero (Madrid, 1951) aborda la crisis vital de una exitosa comisaria de exposiciones a punto de cumplir los 60, que contrata a un joven gigoló ruso, Adam, para encelar a un examante. Lo malo es que todo se complica, mezclando dinero y sentimientos. Lo bueno, que la autora ofrece, en palabras de Santos Sanz Villanueva, "una historia amena, tan amarga como emotiva, escrita con desenvuelta naturalidad, sencilla pero profunda y en sí misma interesante".



4. Los años felices

Ricardo Piglia. Anagrama



La segunda entrega de Los diarios de Emilio Renzi confirma que, lejos de tratarse de una suerte de laboratorio literario, se tata de una de sus obras vertebrales. A fin de ecuentas, refleja, en palabras de Nadal Suau, "la irrenunciable voluntad del autor de constituir una estrategia, un tono y un estilo narrativos que sean al mismo tiempo personales, reinterpretativos del canon de su país, vanguardistas, políticos y reflexivos en torno a las conexiones entre verdad y falsedad en el campo de la escritura y la lectura".



5. Las cosas que perdimos en el fuego

Mariana Enriquez. Anagrama



"Nosotras odiábamos a la gente inocente" escribe Mariana Enriquez (Buenos Aires, 1973) en uno de los relatos de Las cosas que perdimos en el fuego, dando la pauta de lo que este espléndido libro de terror ofrece. Ya lo dijo Nadal Suau: "Enríquez representa a una generación que sabe afrontar lo enfermizo y pesadillesco para explicarse una realidad insalvable."



6. No derrames tus lágrimas por alguien que viva en estas calles

Patricio Pron. Random House



La última novela de Patricio Pron (Rosario, 1975) enlaza el final de la II guerra mundial, los violentos años 70 italianos y el presente en un relato que reflexiona sobre historia, literatura y política, violencia y vanguardia. Y lo hace con tal talento, ritmo, inteligencia y pasión que No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles se convierte en un verdadero festín.



El amor del revés

Luisgé Martín. Anagrama



Escrito con rabia y con dolor, Luisgé Martín narra en este relato memorialístico su confuso, desesperado viaje hacia la aceptación de su homosexualidad. Y lo hace con humor y honestidad, hasta lograr el retrato, a menudo sorprendente, de la España de finales de los 70. Una España bastante menos abierta y libre de lo que nos gusta recordar y asumir.



8. Esa puta tan distinguida

Juan Marsé. Lumen



Entre la ficción y la no ficción, la literatura y la memoria de la Transición, Marsé narra la historia del escritor Juan Marsé, que en 1982 debe escribir el tratamiento previo del guión de una película inverosímil sobre un asesinato cometido en Barcelona en 1949. Lo que otro autor habría convertido en humorada es, Marsé mediante, una notable novela.



9. Hermano de hielo

Alicia Kopf. Alpha Decay



Según Vila-Matas, en otro país esta primera novela "habría cambiado el curso de la historia". ¿Por su deliberada frialdad al narrar de los conquistadores polares, pero también de su propia familia, de su hermano autista y de sí misma? Sí, y por su calidad, su originalidad y su gélida, emocionante belleza.



10. La vuelta al día

Hipólito G. Navarro. Páginas de Espuma



Uno de los mejores narradores breves de España, Hipólito G. Navarro (Huelva, 1961) rompe un silencio de casi una década con un libro magistral de relatos rebosantes de imaginación, intimismo y humor. hay juegos de palabras, veladas confesiones personales, y literatura, gran literatura.