Harper Lee en una foto de archivo de 2007.

La escritora estadounidense Harper Lee (1926), autora de Matar a un ruiseñor, ha muerto a los 89 años en su localidad natal, Monroeville (Alabama, EE.UU.), donde vivió al margen de la esfera pública durante décadas.



Lee publicó su famosa novela en 1960 y el año siguiente ganó con ella el Premio Pulitzer. La obra supuso un alegato en favor de los derechos raciales al poner en el centro de la trama a un ciudadano negro acusado injustamente de violar a una mujer blanca en la década 1930 en el racista Sur de los Estados Unidos. Su abogado defensor, Atticus Finch, ha pasado a la historia de la literatura y de la cultura popular tras ser interpretado por Gregory Peck en la adaptación al cine que dirigió Robert Mulligan en 1962.



Tras medio siglo de silencio, la escritora publicó en 2015 su segunda novela, Ve y pon un centinela (Go Set A Watchman), que había escrito en la década de los 50, incluso antes de Matar a un ruiseñor (To Kill A Mockinbird), aunque argumentalmente es la continuación de la primera.



Pero en realidad, Ve y pon un centinela nace del borrador original de Matar a un ruiseñor. Cuando Lee entregó el manuscrito a su editora en 1957, esta le aconsejó que convirtiera a los jóvenes protagonistas en niños, y suavizó su contenido hasta convertirlo en la defensa de los derechos raciales que todos conocemos. La segunda novela, que se asemeja más a la intención primigenia de la autora, se ha publicado como continuación de la primera.



Su lanzamiento fue el acontecimiento editorial del año pasado. Cinco días después de publicarla, superó el millón de ejemplares vendidos entre Estados Unidos y Canadá. El libro generó cierta polémica porque, si en la primera parte Atticus Finch aparecía como un padre y abogado modélico y un héroe de la defensa de los derechos raciales -inspirando a generaciones enteras de estadounidenses para estudiar Derecho-, en Ve y pon un centinela, Finch es un racista que llega a coquetear con el Ku Klux Klan y cuya hija descubre con dolor sus verdaderas opiniones. De hecho, dice cosas como "¿Quieres tener montones de negros en las escuelas y las iglesias y los teatros? ¿Los quieres en nuestro mundo?".



Matar a un ruiseñor en Monroeville

Lee vive a tres kilómetros de la localidad de Monroeville, lugar en el que cada año entre los meses de abril y mayo, el teatro toma el protagonismo. Allí, desde hace 26 años se lleva representando la famosa obra de su autora, Matar a un ruiseñor y cada fin de semana la sala se llena. También los restaurantes y los autobuses llegan abarrotados de gente que quiere asistir a la representación. Este año, de hecho, se pusieron a la venta 4.000 entradas que se vendieron en menos de cinco días. Un éxito absoluto de la adaptación de Christopher Segel, un fiel retrato de la obra que Harper Lee escribió, ha sido representada en lugares como Israel y China. Pero los organizadores de la representación nunca vieron a la autora asistir a la actuación.