Juan Trejo. Foto: Santi Cogolludo

El escritor barcelonés Juan Trejo (Barcelona, 1970) ha sido galardonado este lunes con el X Premio Tusquets Editores de Novela por la obra La máquina del porvenir, una historia de tres generaciones de una misma familia, desde el presente desarraigado de un joven hasta las peripecias vitales de dos visionarios, su padre y su abuelo. El jurado del premio, presidido por Juan Marsé e integrado por Almudena Grandes, Juan Gabriel Vásquez, Ginés Sánchez, ganador de la anterior convocatoria, y en representación de la editorial Tusquets, Juan Cerezo, ha valorado, especialmente, "el formidable despliegue narrativo y la ambición fabuladora" de esta historia.



La novela se centra en las peripecias del joven Óscar, en su intento por reconstruir la historia de sus antecedentes familiares en Nueva York y México, en Buenos Aires y Cadaqués, para que descubrir que tal vez pertenece a "la estirpe de los insatisfechos y visionarios, de los obstinados buscadores una verdad trascendente, de una plenitud última que esté por encima del espacio y del tiempo".



La máquina del porvenir es tanto una "narración en tres tiempos", con tres protagonistas, miembros de una misma familia, tocados por una misma ambición: la construcción de un artefacto que anticipe el futuro. Almudena Grandes ha destacado acerca de la novela su tremenda ambición, repleta de un gran bagaje cultural y universal", llena de literatura, de cine, de lo que los norteamericanos llaman 'cultura contemporánea', impregnada de todo tipo de género literario, ya que según su autor, uno de los pilares centrales de la narración es la literatura. Trejo, al que le llevó alrededor de ocho meses narrar la historia de Óscar y sus predecesores, confiaba en su obra, no como ganadora de un premio literario, pero sí por su significado, y ha agradecido al jurado y a la editorial la "molestia de valorar su trabajo".



La búsqueda que se refleja en La máquina del porvenir es un motor importante que mueve toda obra literaria, pero de algún modo Trejo estaba interesado en la realidad de esas búsquedas y su arco de posibilidades, y qué grado de verdad puede haber en ellas. La "obsesión" del autor se centraba en la legibilidad de su obra, en la capacidad de darle sentido, y al mismo tiempo en la búsqueda de un trasfondo diferente, "algo que fuera más allá", la búsqueda de una auténtica declaración de amor hacia la literatura y al acto de contar una historia, según ha descrito Trejo. Se trata de una novela de personajes, un camino de conocimiento, y, comparado con el protagonista principal y en la búsqueda del sentido vital de sus predecesores, algo en lo que la realidad y la ficción a veces son una simple cuestión de elección, ya que, según el escritor "a veces escoger la ficción o la mentira no solo es adecuado, sino incluso hasta satisfactorio".



Juan Trejo ya experimentó este camino literario con su primera publicación, El fin de la Guerra Fría (2008), que fue descrita por Robert Juan-Cantavella como un "soberbio ejercicio de recuperación de la sentimentalidad escrito con herramientas nuevas". Acerca de esta sentimentalidad, Trejo ha valorado el papel que ha tenido el desarrollo del siglo XX en la destrucción de esta sentimentalidad literaria, que no tiene cabida en la alta literatura, algo de lo que no se siente perteneciente, pero que sin embargo utiliza la esencia para darle valor a sus historias, y que debería ser replanteado.