Antonio Gala. Foto: Bernardo Díaz.

Antonio Gala no tendrá un buen recuerdo de 2011. Ha sido un víacrucis para él. El autor de La pasión turca dice que su cuerpo ha sido un campo de batalla, por los severos tratamientos a que ha sido sometido para combatir el cáncer de colon. Durante este calvario, un escritor le ha acompañado: Saul Bellow.



"Este año me he centrado mucho en la obra de Saul Bellow. La verdad es que los cuentos me han gustado más que sus novelas. Son relatos muy largos, pero con motivo, porque te da mucha información y muy interesante. No son nunca baldíos. Leyéndolos aprendes mucho, aunque a veces se ponga un poco pesado con el tema judío, y hable de sus primos, de sus tíos... Debió de ser una especie de niño prodigio, un sabihondo y un lector muy precoz. Me identifico mucho con ese niño, porque yo era también así".