De izquierda a derecha: José Varela Ortega, Emiliano Martínez y Javier Zamora.

Terminaba el siglo XX, ese que surcó, pensó y describió Ortega y Gasset, y en su fundación ya empezaba a gestarse un proyecto de dimensiones catedralicias. Se trataba de compilar la obra del pensador español en una colección, incluyendo, junto a sus libros, textos inéditos, conferencias, artículos de presa, toda su copiosa producción. Aquello fue en el año 2000, pero hasta 2004 no vieron la luz publicados por Taurus los primeros tomos de sus Obras Completas, gracias al acuerdo que el Centro de Estudios Orteguianos alcanzó con el Santander. Para ello, recuerda hoy -tras la presentación del décimo y último volumen-, Javier Zamora, coordinador del equipo de investigación de la colección, fue fundamental la labor que ya se había hecho con anterioridad y también la digitalización del archivo, factores que agilizaron el proyecto. Pero la obra se aventuró a ir adonde nadie había ido con el filósofo, a los rincones más ocultos.



Esa vocación de ir más allá se materializa especialmente en el tomo que se acaba de presentar y que recoge todas sus conferencias de El hombre y la gente, incluidas las partes que el autor rechazó para el libro pero que sí utilizó para comenzar sus disertaciones. "Son todos textos que estaban inéditos a su muerte y ahora publicamos sus manuscritos. Esas conferencias incluyen, por ejemplo, la famosa Meditación de Europa que pronunció en el año 49 en Berlín, cuando Ortega volvió a plantear, recuperando su idea de La rebelión de las masas, la necesidad de construir unos Estados Unidos de Europa", señala Zamora.



Por otra parte, y respecto al aparato crítico, el libro ofrece todos los índices trasversales a los 10 volúmenes, con uno conceptos, onomástico y toponímico elaborado por Domingo Hernández y que incluye más de 600 páginas y 5.000 entradas que son claves "no sólo para el investigador sino también para el lector que quiera saber qué dice Ortega sobre el amor o sobre Picasso", ejemplifica el director de la edición, que amplía que la obra presentada cuenta también con un índice de títulos y una cronología de toda la obra. En definitiva, resume Zamora, estamos ante la colección "más exhaustiva en la obra orteguiana" y ante un texto con un criterio filológico "riguroso y exquisito".



De esta manera, y yendo a los números, la colección suma 107 inéditos y otras 155 nuevas incorporaciones que no estaban en la edición anterior de las Obras Completas, aportaciones estas que suponen "un 35 por ciento de toda la edición" y que hasta la fecha eran inaccesibles para un lector normal. Así, los cursos universitarios, los comentarios políticos o, vuelve a ejemplificar Zamora, la entrevista con Pérez Ferrero sobre la España de Franco. Pero la obra es también biografía, y aquí podrá conocer el lector al Ortega joven y dubitativo, cuyos inéditos se recogieron en el séptimo tomo y que el intelectual o no se atrevía a publicar o enviaba a su padre. "Hoy para nosotros es el gran filósofo, una mente soberbia, pero aquí también se aprecia a un joven en proceso de formación".



¿Se cierra, pues, con esta obra el capítulo de inéditos orteguianos? Javier Zamora no lo tiene claro: "Siempre quedarán cosas y se podrán encontrar nuevos documentos, pero hemos hecho una investigación profunda en hemerotecas de varios países, como Estados Unidos y Alemania. También ha sido fundamental la labor de la hemeroteca en Argentina, gracias al trabajo de la Fundación en ese país, que nos ha permitido cotejar muchos artículos publicados en El Sol, en España, y en La Nación, en Argentina".



Con todo, quiere insistir Zamora en la actualidad de Ortega. Lo demuestran las buenas cifras de la colección publicada por Taurus: "Algunos tomos llevan ya seis ediciones. Ortega siempre ha sido un autor muy leído y no sólo por el mundo académico. Sigue habiendo muchos lectores que lo compran porque les hace pensar o les entretiene y estas obras permiten leerlo con toda la fiabilidad que supone una edición canónica", destaca Zamora, y añade: "Lo principal es que es una de las grandes cabezas del siglo XX y la suya es una obra fundamental para entender este siglo. Es uno de los grandes metafísicos y su intento de comprensión del hombre es aún un punto de partida para el pensamiento. En política, también se anticipó a muchos de los debates actuales como el de la autonomía frente a la federación. Si se edita hoy en una edición que ha costado tanto esfuerzo y dinero es porque es un autor vivo, que sigue mereciendo la pena leer y estudiar no sólo en España sino en todo el mundo". Pero hay muchos ortegas, y él se queda con uno: "El intelectual preocupado por el devenir de la vida pública", concluye.