Leo Bassi (Nueva York, 1952) vuelve a escena. Esta vez para abordar una de las personalidades más controvertidas del siglo XX: Mussolini. El dictador italiano será el centro de sus andanadas teatrales debido, según reconoce, a que comparten “cierta similitud física y un talento innato para el histrionismo”. A partir de este viernes, 1 de noviembre, la Sala Mirador de Madrid contemplará el nuevo montaje de Bassi, una forma de buscar en “las contradicciones de su retórica y divertirme con sus consecuencias”.

Continuador de una saga de artistas circenses y autor de obras como El último bufón, Utopía y La revelación, Bassi se enfrenta a Yo, Mussolini con la vehemencia y la ironía que le han convertido en uno de los personajes más incómodos de la escena actual: “En un principio, el espectáculo era sobre el fascismo. No pasaba necesariamente por Mussolini. Sólo cuando me adentré en la problemática fascista el personaje se impuso”, reconoce Bassi a El Cultural.

Para meterse en la piel del malogrado Duce, Bassi revisó decenas de sus mítines buscando su particular idiosincrasia. “Esta obra es una continuación de mi deseo de poner la comicidad al servicio de las grandes causas humanistas. Mussolini me fascinó. Empecé con la idea de dictador-payaso y acabé elaborando un personaje mucho más complejo”, explica el cómico, que construye en estos momentos una extraña antena “para mandar y recibir chistes por el espacio”. Estaremos atentos.

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