Israel Elejalde protagoniza La fiebre.

Nombres como Israel Elejalde, con La fiebre, o Neil LaBute (su invitado de honor) estarán en los escenarios del Cuartel del Conde Duque.

Fringe es un anglicismo que se ha impuesto para designar toda aquella manifestación artística que surge en los márgenes del sistema cultural, alejada de los grandes y privilegiados escenarios. El término se ha extendido gracias al éxito del Fringe de Edimburgo, el acontecimiento teatral más importante de Gran Bretaña y hoy un festival que muchos aspiran a emular en otros países. Entre ellos, el nuevo equipo que coordina los espacios escénicos del Ayuntamiento de Madrid que dirige Natalio Grueso, ex director del centro Niemeyer de Avilés.



Grueso ha nombrado director del centro cultural Conde Duque de la ciudad a Juan José Herrera de la Muela, al que ha encargado que defina los usos a que destinará el edificio. Este Fringe, contemplado dentro de los Veranos de la Villa, se anuncia como un aperitivo de lo que será una programación que afectará a otras disciplinas artísticas. "Fringe es un concepto muy anglosajón que se ha imitado más o menos en otras ciudades del mundo, pero no hay ninguna ciudad iberoamericana, o sea en nuestro idioma, que tenga un festival de estas características. Por eso nos pareció una buena idea que, cuando baja la programación teatral en Madrid, diéramos la posibilidad a compañías con trabajos no convencionales para que puedan presentarlo", explica Grueso, que advierte del carácter experimental de esta primera edición, que cuenta con un presupuesto de 200.000 euros.



A la iniciativa han concurrido casi 500 proyectos nacionales y foráneos, de los que han sido seleccionados 39 espectáculos de diversos géneros. Grueso comenta que ha quedado sorprendido no sólo por el número tan elevado de propuestas y su calidad, también por su procedencia, pues hay compañías de Gran Bretaña, Francia, Argentina, Alemania y también de Estados Unidos, de donde procede el dramaturgo Neil LaBute, invitado de honor de esta edición. Presenta Miel en los labios, texto del italo-argentino Marco Calvani que él ha dirigido, mientras Cosas de este mundo, escrito por Labute, ha sido llevado a escena por Calvani (17 y 18 de julio). La presencia foránea está también representada por Cecilia Molano y Katrin Memmer. En Choose my own adventure (3 y 4 de agosto) proponen una performance que se organiza en dos tiempos y que requieren cita previa. Primero el espectador es invitado a diseñar en un sitio web (choosemyownadventure.com) las experiencias de los personajes.



De los Corderos a Almatwins

Otra de las sorpresas es el show de teatro en miniatura The Icebook que presentan (9 y 10 de agosto) los británicos Davy y Kristin Mcguire, un dúo de diseñadores que lo mismo hacen vídeos comerciales que películas de animación, instalaciones o performances de danza. La compañía elegida para abrir el Festival es Los Corderos. Procedente de Castellón, la integran Pablo Molinero y David Climent, dos actores curtidos en varios colectivos que la fundaron en 2002 para realizar "un teatro bastardo que no esté subordinado a la dictadura de la palabra". Presentan El cielo de los tristes, que fue estrenado el pasado año en Gerona y que ha ganado varios premios. Y novedoso por lo que supone recuperar a un autor escasamente representado en nuestro país es La curva, original del alemán Tankred Dorst, un texto que se mueve en el terreno del teatro del absurdo que produce Almatwins y dirige Paco Montes (1 y 2 de agosto).



Entre las formaciones nacionales hay una fuerte presencia de grupos y colectivos independientes que trabajan en Madrid, por lo que el Fringe va a servir también para conocer sus intereses y sus líneas de investigación. También sus formas de producción, ya que en muchos casos han recurrido al crowdfunding. Es el caso del actor Israel Elejalde, que protagoniza La fiebre (11 y 12 de agosto), un monólogo original del actor norteamericano Wallace Shawn que ha dirigido Carlos Aladro y que, según cuenta el actor, es una queja: "Necesitaba expresar la impotencia que la crisis me provoca ".



Muere Numancia, muere



En el Fringe figuran otros nombres, como el dramaturgo y director catalán Carlos Be, que presenta con su compañía The Zombie y Korego Producciones una relectura de la Numancia de Cervantes (Muere Numancia, muere), en la que plantea la necesidad de los héroes en la sociedad actual (23 y 24 de julio). Darío Facal, profesor, autor y director que se mueve en el territorio de la performance, acude con su nueva entrega Oedipus Rex (2 y 3 de agosto), un work in progress que explora el inicio de la obra de Sófocles y que desarrolla una interacción bilingüe entre los personajes. También estará el director Simon Breden, que, tras dirigir el Fausto de Marlowe, continúa en la senda de los clásicos para proponer ahora una versión de La violación de Lucrecia, de Shakespeare (5 y 6 de agosto). Desfilarán actores del prestigio de José Carlos Carrión y Juan Barranco, que abanderan Trasímaco, con dirección de Alberto Herreros (8 y 9 de agosto); la directora e intérprete de origen argentino Fernanda Orazzi, que protagoniza La realidad, original de Denise Despyroux (2 y 3 de agosto) y los bailaores Teresa Vallejo y José Barrios, que presentan el espectáculo de copla Vino amargo (30 y 31 de julio), entre otros.



Éstos son algunos de los casi cuarenta espectáculos que, en esta primera edición del Fringe, se exhibirán en distintos escenarios del Conde Duque. Grueso avisa de que el próximo año la intención es extender el certamen a otros espacios de la ciudad para que, como ocurre en Edimburgo, "actores y ciudadanos se impliquen en su desarrollo".