Dice Sandra Delaporte en la primera canción de su nuevo disco que “ha venido a cagarla”, pero algo estará haciendo bien. 2024 fue un gran año para el dúo de pop electrónico que forma la española junto al italiano Sergio Salvi. En enero publicaron el álbum Aquí y ahora, que tuvo una gran acogida, y justo un año después lanzan su continuación, Déjate Caer.
En este nuevo disco siguen explorando la misma fórmula: melodías pop y letras desenfadadas sobre bases muy bien construidas de tecno, trance y otros subgéneros “duros” de la electrónica. La propia Sandra lo expresa así en Japi mil: “Me gusta decir que soy blandita como el happy meal, pero me gusta hard, hard, hard el beat”.
Esta antigua niña de conservatorio, que comenzó su carrera en el ámbito del jazz y sintió a los 20 años la llamada de la música electrónica, sigue hablando de quitarse máscaras, de soltarse la melena y de hacer lo que nos salga de dentro sin pensar en lo que los demás esperan de nosotros.
La segunda mitad del disco demuestra que el hedonismo y el desparrame pueden conjugarse con lo emocional, en canciones como Rendición, Dopamina golondrina, Cielo ardiendo y La ternura es simple.
"No puedo saber si lo que digo, lo que soy, la música que hago y hacemos gustará y recibirá ese hate tan maravilloso e ingenioso. O la absoluta indiferencia, que para el ego es peor", explica Sandra Delaporte. "Solo sé que o lo digo, o soy, o creo, o me alejo de mí misma, de respetarme y de amarme. Así que, cada día, voy al gimnasio del mundo, me vuelve la losa del pecho y la piedra de la boca del estómago y practico DEJARME CAER. No puedo estar más orgullosa de atreverme a mostrarme y haberme permitido dedicarme a esto".