F. D. Quijano
Publicada
Actualizada

El músico británico Terry Reid, apodado ‘Superlungs’ (‘Superpulmones’) por su voz potente y su amplio rango vocal, ha muerto de cáncer a los 75 años, según confirmó su representante en el Reino Unido, informa The Guardian.

Muy respetado por sus compañeros de profesión, rechazó la oferta de Jimmy Page para ser el frontman de Led Zeppelin. Él ya tenía compromisos propios en Estados Unidos y estaba amarrado contractualmente a su representante, así que el propio Reid recomendó al guitarrista que fichase a Robert Plant como vocalista y a John Bonham como batería, cuando ambos eran miembros de Band of Joy.

A toro pasado, viendo el éxito descomunal y el estatus de leyenda que alcanzó Led Zeppelin, cualquier otra persona se tiraría de los pelos por haber dejado escapar ese tren, pero él lo llevaba con deportividad. “Tenía la intención de hacer lo mío”, declaró Reid al citado diario británico en 2024. “Aporté la mitad de la banda, ¡con eso me basta!”.

Dicen que un tren no pasa dos veces. Pero en el caso de Reid sí pasó. Esta vez el tren se llamaba Deep Purple, y volvió a decir que no. Rechazó la oferta de Ritchie Blackmore para ser el cantante principal de Deep Purple tras la salida de Rod Evans en 1969. Finalmente ese puesto lo ocupó Ian Gillan.

Reid fue un niño prodigio del rock. A los 15 años abandonó la escuela para unirse al grupo Peter Jay and the Jaywalkers. Con ellos, tuvo el privilegio de actuar como telonero en la gira británica de los Rolling Stones en 1966, participando en el legendario concierto del Royal Albert Hall. Junto a su banda también compartió escenario con figuras como The Beatles, The Hollies y The Yardbirds.

Cuando la banda se separó, Reid se centró en su carrera en solitario con una mezcla de rock, blues y soul y deslumbrando con su amplio rango vocal y su destreza con la guitarra. Firmó un contrato con el productor Mickie Most, que se convirtió en su mánager.

Debutó en 1968 con el disco Bang Bang, You’re Terry Reid, que fue muy bien recibido por la crítica. En aquel año, Aretha Franklin dijo: “Solo pasan tres cosas en Inglaterra: The Rolling Stones, The Beatles y Terry Reid”, una afirmación que da la medida de lo prometedora que parecía la carrera de Reid.

No obstante, nunca llegaría a alcanzar un gran éxito comercial, aunque se convirtió en un músico de culto. Fue telonero de Cream y de los Rolling Stones en su gira estadounidense de 1969 —aquella que terminó con el fatídico concierto de Altamont cuya seguridad fue encargada a los Ángeles del Infierno, que asesinaron a un espectador—. También compartió escenario con Ike & Tina Turner, The Yardbirds, Jefferson Airplane, Jethro Tull y Fleetwood Mac, entre otras bandas de renombre.

Después de su segundo álbum, titulado con su propio nombre, Reid entró en una disputa contractual con su representante que le impidió grabar nada durante cuatro años, aunque siguió actuando en directo en ese tiempo.

En 1973 volvió a publicar un disco, River, más pausado y experimental que los anteriores, que fue de nuevo muy bien recibido por la crítica. En canciones como la que da título al álbum o "Dream" se traslucía su gran afición por la música brasileña y que le llevó a trabar amistad con grandes figuras de la bossa nova como Caetano Veloso y Gilberto Gil. Cuando ambos tuvieron que exiliarse por la dictadura militar de Brasil en 1969, el abogado de Reid organizó la llegada de Gil a Londres y Reid les hizo hueco a los dos en el Festival de la Isla de Wight del 27 de agosto de 1970, donde él también tocó.

En la década de los 70, Reid se mudó a California y grabó dos discos más, Seed of Memory (1976) y Rogue Waves (1979), pero después se mantendría en el dique seco durante toda la década de los 80, centrándose en su faceta de músico de sesión para otros artistas.

En 1991 regresó con The Driver, producido por Trevor Horn, pero no tuvo mucha fortuna comercial. Tendrían que pasar otros 15 años hasta su siguiente y último álbum, The Other Side of the River (2016).

A pesar de estos altibajos en su currículum discográfico, sus canciones aparecieron en muchas bandas sonoras del cine y fueron versionadas por bandas y solistas como Marianne Faithfull, Chris Cornell o The Raconteurs, la banda de Jack White.

"La gran sorpresa es que Terry no consiguiera ser una gran estrella", dijo el multipremiado productor Al Schmitt en un documental sobre Reid titulado como su apodo, Superlungs. En la misma película, Robert Plant, el hombre que ocupó el lugar que él rechazó en Led Zeppelin, incluso afirmó: "Terry era probablemente el mejor cantante de aquella época".

Aunque tuvo que cargar con el estigma de ser "el hombre que pudo haber triunfado", el desánimo nunca se apoderó de Reid, que siguió actuando en directo hasta que tuvo que abandonar obligado por el tratamiento contra el cáncer que finalmente ha acabado con su vida.