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Van Morrison (Belfast, 1945) sabe más de supervivencia que de ambición. Más de tener que pagar las facturas que de perseguir la gloria, aunque sea experto en alcanzarla.

Remembering Now

Van Morrison 

Sello: Virgin Music. 18,99 €

Pragmático e introvertido, el músico norirlandés nunca tuvo el hambre de éxito ni la necesidad de reinventarse de Bob Dylan, si bien ambos comparten su animadversión por la fama y su carácter huraño en el escenario. Lleva seis décadas haciendo música, no por motivación, sino por oficio.

“No tengo otro trabajo”, asegura el cantautor en una de las pocas entrevistas recientes, concedida al periodista británico Dylan Jones con motivo del lanzamiento de Remembering Now (2025), su último álbum.



Tras una serie de discos de versiones y reinterpretaciones (New Arrangements, 2024 y Moving On Skiffle, 2023), este es el primer trabajo con canciones originales de Morrison desde What’s It Gonna Take? (2022) y después del descalabro de Latest Record Project (2021), un álbum pospandémico y conspiranoico –en sintonía con las tres canciones lanzadas junto a Eric Clapton–.

¿Morrison hablando de Facebook y vacunas? Fue calificado de reaccionario y, lo peor, de aburrido.



No inmune a las críticas negativas, en este nuevo disco deja atrás la rabia, tan efectiva como efímera, para recordar por qué sigue dedicándose a esto. Remembering Now rezuma Van Morrison en su más de una hora de duración.

No inmune a las críticas negativas, en su nuevo disco deja atrás la rabia para recordar por qué se dedica a esto 

Está ese chiquillo criado en la convulsa Irlanda del Norte previa a los Troubles, en cuyo hogar se colaba el jazz de Louis Armstrong, el blues de Muddy Waters y el soul de Ray Charles, pero también el músico veterano, marcado por el paso del tiempo y erigido como el león de Belfast, donde celebrará su 80 cumpleaños este agosto.



Down to Joy, canción que dio color a la película de Kenneth Branagh sobre su niñez durante el conflicto civil en la capital norirlandesa, abre el disco con una luminosidad que rescata el espíritu de Bright Side of the Road (1979) o Days Like This (1995) y la sencillez de Keep It Simple (2008).

Con su habitual mezcla de jazz, soul, folk y góspel, Van The Man echa la vista atrás para homenajear a sus raíces y lugares de su infancia, con canciones como Stomping Ground y el tema homónimo del disco, porque parte de él nunca ha abandonado esas calles, asegura en la entrevista. Mientras que en If It Wasn’t for Ray (Charles) rinde tributo al genio del soul, cuya música, cree Morrison, nos sobrevivirá a todos.

De alguna manera, en su 47.º disco, también celebra su propia trayectoria, abrazando de nuevo su vena romántica (Back To Writing Love Songs, The Only Love I Ever Need Is Yours) con la que alumbró baladas inolvidables (Someone Like You).



Apela a la nostalgia, pero esta vez a la que no se enquista, con Haven’t Lost My Sense of Wonder, guiño autorreferencial a su canción A Sense of Wonder (1984), con la que demuestra que no ha perdido su capacidad de asombro ni su voz. Todavía sabe muy bien cómo hacer su trabajo.