Oulu, en la región central de Finlandia —justo al sur de Laponia, a 220 km del Círculo Polar Ártico—, será la próxima Capital Europea de la Cultura en 2026. En invierno, lo que esta ciudad de 210.000 habitantes y sus alrededores tienen que ofrecer resulta exótico para el visitante mediterráneo: “maravillas heladas”, como reza uno de los eslóganes empleados por su oficina de turismo. Hermosos paisajes nevados, granjas de renos, paseos en barcos rompehielos, baños en agua helada y, si tienen la misma suerte que nosotros, el grandioso espectáculo de las luces boreales al salir de una sauna en medio de un bosque.
Para los amantes del techno, el plan más atractivo del invierno en la ciudad finlandesa es Frozen People, un festival de música electrónica y artes visuales modesto, pero sin duda uno de los más singulares del mundo: se celebra en la bahía congelada de Oulu, en el extremo norte del golfo de Botnia. Bailar sobre una gruesa capa de hielo sobre el mar a temperaturas bajo cero no es algo que uno pueda hacer todos los días.
Los lectores más familiarizados con el mundo de la música electrónica lo habrán notado: el nombre Frozen People es el reverso del célebre Burning Man, el festival con espíritu rave que se celebra cada año en un desierto de Nevada, en Estados Unidos. Allí los protagonistas, además de la música, son el calor y el fuego. Aquí, el frío y el hielo. Pero ambos se celebran en un paisaje llano y despejado hasta donde alcanza la vista.
Ambiente en Frozen People 2025, el pasado 1 de marzo. Foto: Vera Lakovaara/Oulu Urban Culture
“Pensamos en llamarlo Frozen Man, pero la similitud era demasiado evidente”, reconoce a El Cultural el director del festival, Heikki Myllylahti. Él también es el responsable de Oulu Urban Culture, la asociación independiente que organiza este festival y otras actividades, así como programas en los que enseñan a los jóvenes a producir sus propios eventos culturales.
Frozen People, que recibe a unos 2.000 visitantes, lleva cuatro años celebrándose, siempre con entrada gratuita. Sus fondos proceden del patrocinio de diferentes entidades. La primera edición contó con un reducido presupuesto de 10.000 euros, que se ha ido incrementando hasta los 40.000 de este 2025, y el año que viene, con motivo de la capitalidad cultural europea, prevén conseguir 120.000, que invertirán en hacerlo más grande e internacional —ahora la mayoría de los artistas son finlandeses, con alguna presencia de otros países escandinavos—.
¿Sería seguro reunir a mucha más gente bailando en el hielo? “Por supuesto. La capa de hielo es muy gruesa. Podrían venir 100.000 personas si quisieran y no habría peligro”, aclara el director del evento.
El festival se celebra habitualmente en la playa de Nallikari, junto a su moderno faro, pero este año la zona está en obras, por lo que la última edición, celebrada el pasado 1 de marzo, tuvo lugar de manera excepcional en otra ubicación muy cerca de allí, en la isla de Pikisaari.
Frozen People 2025. Foto: F. D. Quijano
En Frozen People, los DJ pinchan en cabinas cerradas, algunas con forma de poliédricos iglús. Así se mantienen a salvo del frío y pueden concentrarse en el arte de enlazar un tema con el siguiente. Afuera, el público se las apaña para combatir el frío abrigados de pies a cabeza y alternan el baile con la contemplación del video-mapping y las instalaciones artísticas diseminadas por toda la zona del festival.
Cambio climático cultural
A primeros de marzo, todo el mundo en Oulu se disculpa por el clima. Estamos en torno a los cero grados, pero “en esta época del año deberíamos estar a -20ºC”, no paran de decir los lugareños. El cambio climático golpea duro en Finlandia, donde resulta demasiado palpable como para albergar negacionistas.
De hecho, el cambio climático será uno de los ejes temáticos del programa cultural que la ciudad está preparando para 2026, cuyo lema es “Culture Climate Change” (“Cambio Climático Cultural”) y del que ya ha avanzado algunas líneas maestras y actividades principales, aunque se presentará al detalle el próximo mes de septiembre.