Nieves Torres en el sanatorio antituberculoso de Segovia, donde cumplía condena, en 1946. Foto: archivo personal de Nieves Torres

Nieves Torres en el sanatorio antituberculoso de Segovia, donde cumplía condena, en 1946. Foto: archivo personal de Nieves Torres

Música

Nieves Torres, "la rosa número 14" que se libró de ser fusilada en 1939

La compañera de las Trece Rosas que se libró de la pena de muerte y pasó 16 años en las cárceles franquistas inspira un oratorio del escritor Jesús Ferrero y el dúo de compositoras del que forma parte su hija, Marisa Manchado

1 marzo, 2023 02:39

El escritor Jesús Ferrero tenía una deuda con Nieves Torres. Ella fue "la rosa número 14". En 1939, estuvo a punto de ser fusilada junto con las Trece Rosas, pero su pena de muerte fue conmutada por 30 años de cárcel, de los que cumplió 16. Su testimonio fue crucial para que Ferrero reconstruyera la historia de las jóvenes socialistas asesinadas en su novela Las trece rosas, publicada en 2003. Desde entonces, Ferrero supo que algún día pagaría su deuda con un homenaje que finalmente se ha concretado ahora en forma de oratorio, un espectáculo con texto y música titulado Una voz en la noche que se estrenó anoche en la sala negra de los Teatros del Canal de Madrid.

La música del espectáculo, que incluye voces, piano, electroacústica y audiovisual, ha sido compuesta por el dúo Anmar, integrado por las pianistas y compositoras Marisa Manchado Torres y Ana Vega Toscano. La primera de ellas es, precisamente, la hija de Nieves Torres.

Nieves Torres Serrano (Madrid, 1918-2013) estaba afiliada a las Juventudes Socialistas Unificadas (SJU). Durante la guerra permaneció en Madrid como Secretaria de Organización de la Comisión Provincial de la JSU, encargándose de la formación de Casas de la Juventud en la provincia. Fue detenida por el bando franquista poco después del fin de la guerra, el 15 de mayo de 1939.

Su nombre figuraba en el mismo expediente que los de sus compañeras y amigas conocidas como las Trece Rosas. Juzgadas el 3 de agosto, ellas fueron fusiladas el día 5. Nieves fue juzgada el 12 de agosto y también fue condenada a muerte. Le tocaba morir en septiembre, pero "el fusilamiento de las Trece Rosas, de las que muchas eran menores, causó tal conmoción en Europa que la dictadura decidió conmutar las siguientes condenas a muerte por penas de cárcel", recuerda su hija Marisa.

"Mi madre nació de pie", dice la compositora en referencia a su buena estrella. "Dentro del horror, tuvo mucha suerte con todo. Yo doy fe: recuerdo que una vez al salir del 600 una maceta cayó sobre la puerta del coche. La podría haber matado. También dijo siempre que quería morir en la cama durmiendo, y así fue".

"Nieves Torres se salvó del pelotón de fusilamiento por los pelos. Después de la Cárcel de Ventas, fue pasando de una prisión a otra. Estuvo en la de Segovia, en una de Cantabria y en otras", recuerda también Jesús Ferrero, que fue uno de los primeros investigadores que recuperó la memoria de sus trece compañeras. Lo hizo con una novela, y no en un ensayo, porque entonces había muy poca información sobre su caso. "Su memoria había sido borrada totalmente", asegura. "El primer libro sobre ellas fue el mío. Si ibas a la sede del PCE o del PSOE a consultar sus archivos, nadie sabía quiénes eran", recuerda.

En aquel contexto, conseguir el testimonio de Nieves Torres fue crucial para poder sacar adelante la novela, donde tuvo que reconstruir el caso de las Trece Rosas "usando la deducción" a partir de los hechos conocidos.

Un oratorio contemporáneo

El dúo Anmar se caracteriza por sus actuaciones heterodoxas, muy basadas en la improvisación y a medio camino entre el concierto y la performance artística. En este caso, Manchado afirma que les ha quedado "un oratorio sacro", aunque no recuerde mucho al Mesías de Händel o a las Pasiones de Bach. "Tiene partes muy melódicas, pero nos ha salido es un oratorio muy contemporáneo", explica la compositora.

Marisa Manchado (d) y Ana Vega (i) durante un ensayo de 'Una voz en la noche'. Foto: Beatriz Arzamendi

Marisa Manchado (d) y Ana Vega (i) durante un ensayo de 'Una voz en la noche'. Foto: Beatriz Arzamendi

En directo, Manchado y Vega tocan el piano a cuatro manos y algunos instrumentos étnicos y botellas pertenecientes a lo que la hija de Nieves Torres llama "su orquesta pobre", además de recitar ellas mismas algunas partes del texto. También se reproducen fragmentos pregrabados de música electroacústica y las voces de las sopranos Vanessa García Fernández, miembro de la ORCAM, y Patricia González Arroyo, integrante de la OCNE. Completa la puesta en escena la proyección de imágenes 

"En plena pandemia, Jesús me localizó y me dijo que había escrito un oratorio para mi madre y que me lo realaba para que hiciera con él lo que quisiera", recuerda Manchado. No era la primera vez que ella componía algo en honor a su madre. Cuando murió, compuso otra pieza a partir de varios poemas escritos por amigos cuando murió, en 2013. También compuso una obra para dos pianos, Ma Mère Nieves, que fue estrenada en el Carnegie Hall de Nueva York en 2015.

Las grabaciones de estas obras están disponibles en la web carceldeventas.org, dedicada a conservar la memoria de las presas políticas del franquismo que estuvieron recluidas en la Cárcel de Ventas. Aunque de momento no hay más fechas programadas para Una voz en la noche, la grabación en vídeo de su concierto de este martes se colgará próximamente en la misma web.

Marisa Manchado Torres nació en 1956, solo un año después de que su madre fuera liberada. Ella recuerda que en casa no ocultó nunca su pasado. "Tuvo la serenidad y la inteligencia para no esconderlo pero tampoco quedarse enganchada en el dolor y el resentimiento. De hecho, mi madre siguió siendo activista. Era amiga de Luis-Lucio Lobato [el militante comuniusta que estuvo más tiempo en las cárceles de Franco, un total de 26 años] y recuerdo que fue a visitarlo cuando salió de la cárcel".

También recuerda que su madre le contaba que había sido amiga de las Trece Rosas y que una de ellas incluso le regaló un cinturón y otras pertenencias el día que la fusilaron. "Un día me vio jugando con el cinturón y me regañó porque para ella era una auténtica reliquia", rememora Marisa.

El cumpleaños de Nieves Torres era el 5 de agosto, el mismo día en que las Trece Rosas (y otros 46 varones, miembros también del JSU) fueron fusiladas. "Mi madre nunca celebró su cumpleaños. Ese día iba a depositar flores a la tapia del cementerio de la Almudena donde fueron fusiladas. Ella celebraba su cumpleaños el 8 de diciembre, el día que salió de la cárcel, el día que comenzó de nuevo su vida".