El mundo de la cultura está alzando la voz, preocupado por las cancelaciones de espectáculos llevadas a cabo en varios ayuntamientos en los que Vox ha entrado en los equipos de gobierno a raíz de las últimas elecciones municipales y autonómicas, y que numerosos creadores y políticos han tildado de actos de censura. 

Es el caso de la cancelación, en Valdemorillo (Madrid), de un montaje de la obra Orlando, de Virginia Woolf, a cargo de la compañía Teatro Defondo, que se iba a representar el próximo 25 de noviembre. Aunque el consistorio ha alegado motivos económicos para su cancelación, el actor Pablo Huetos, fundador y productor de la compañía, considera que el verdadero motivo es el contenido de la obra, que trata sobre la homosexualidad y la sexualidad femenina.

Otro caso es el de la cancelación en Briviesca (Burgos) de El mar: visión de unos niños que no lo han visto nunca, inspirada en la historia del maestro republicano Antonio Benaiges. El espectáculo, creado por Xavier Bobés y Alberto Conejero, cuenta la historia del maestro, fusilado en la Guerra Civil, y que se iba a representar el 15 de julio.

A estos casos se suma la retirada de la película infantil de animación Lightyear, de Disney, en una de cuyas escenas aparecen dos mujeres besándose. Esta cancelación ha ocurrido en el municipio cántabro de Bezana. En los tres municipios citados los ayuntamientos están gobernados por el PP y Vox.

En el ayuntamiento de la localidad madrileña de Getafe, el grupo municipal de Vox ha exigido al Gobierno municipal, liderado por el PSOE, que retire "las insinuaciones sexuales" de un montaje de la obra de Lope de Vega La Villana de Getafe, ya que incorpora en el escenario "representaciones de un falo y una vulva de considerable tamaño, lo que ha generado incomodidad entre ciertos espectadores y transeúntes".

Manifiesto contra las cancelaciones

A raíz de estas cancelaciones, numerosos profesionales destacados del campo de la cultura han denunciado en redes sociales el “retorno de la censura que atenta contra la libertad de expresión”, en un breve comunicado difundido por creadores y gestores culturales como los directores de cine Pedro Almodóvar, Montxo Armendáriz y Leticia Dolera o los actores Aitana Sánchez Gijón, Miguel Rellán, Leonor Watling y Alba Flores.

No solo el mundo del cine y el teatro se han posicionado. En el campo del arte también circuló el breve manifiesto, compartido por el nuevo director del Museo Reina Sofía, Manuel Segade, artistas como Daniel G. Andújar, los fotógrafos Bleda y Rosa, galerías como Formato Cómodo y Nieves Fernández o el colectivo Hablar en arte.

La idea es crear una "plataforma, movimiento o sindicato con forma legal que agrupe transversalmente a todos los sectores de la cultura", según han señalado a EFE algunos de los impulsores que han insistido en que se trata de una acción "colectiva, civil y social", por lo que han preferido no identificarse.

"Las y los profesionales del mundo de la cultura queremos denunciar el retorno de la censura que está atentando contra la libertad de expresión, un derecho consolidado social y democráticamente en nuestra Constitución", señala el texto que ha sido difundido en redes también por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, y la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz.

Además de las personas mencionadas, lo han secundado también las actrices Carolina Yuste e Itziar Castro, la directora de cine Elena Martín Gimeno, el dramaturgo Pablo Messiez, el actor Carlos Bardem, así como instituciones como la SGAE, la Unión de Músicos, la Unión de Actores y Actrices o el Gran Teatro del Liceo.

También el escritor Juan José Millás se manifestó ayer contra las cancelaciones en Twitter, emulando el conocido poema de Martin Niemöller acerca del ascenso de los nazis al poder y la pasividad del pueblo alemán:

Más allá de los mensajes en redes, multitud de profesionales de la Cultura, como Joan Manuel Serrat, Rocío Saiz —cantante y activista que fue denunciada por un policía por hacer topless durante una actuación—, Paco Bezerra —cuya obra teatral sobre Santa Teresa fue cancelada hace meses en los Teatros del Canal de Madrid—, Pablo Huetos —responsable del montaje de Orlando de Virginia Woolf cancelado— se han unido en un grupo del que saldrá una futura estructura, que será presentada a la prensa y a la sociedad de la forma "más inmediata posible".

La iniciativa ha partido de mujeres de las artes escénicas en respuesta a las cancelaciones de obras teatrales de las últimas semanas con el objetivo de, "como pasa en Estados Unidos", contar con "sindicatos que puedan paralizar un país".

"El Estado de Derecho en España es maravilloso y no lo queremos perder, pero tenemos un problema gordo y pedimos que la sociedad en general se posicione", ha señalado a EFE Huetos, que ha agregado que "la censura es inaceptable, venga del PSOE, PP, Vox o Sumar".

Los organizadores de la campaña han confiado en que el impacto de esta acción de denuncia pueda ser suficientemente importante para que haga que se "replanteen estas decisiones y las que pudieran venir".

La respuesta del PP

El vicesecretario de Cultura del PP, Borja Sémper, ha afirmado que el PP tomará "medidas" contra la censura en donde tenga algún tipo de responsabilidad, al tiempo que ha acusado a la izquierda de hipócrita por denunciar la cancelación de obras por parte de PP y Vox y callar en otros casos.

El PP ha emitido un comunicado expresando su rechazo a la censura y defendiendo la libertad de expresión. En declaraciones a los periodistas antes de la presentación de los candidatos del PP por Madrid, Sémper ha asegurado que a su partido le importa "muy poco el color del ayuntamiento que censura", porque lo rechaza "igual".

A continuación, el dirigente del PP ha denunciado "años" de la izquierda censurando obras por incluir "expresiones vejatorias" y ha denunciado la existencia de una "nueva clerecía", con gente que "aspira a ser curas, a decirnos cómo vivir" o "cuál es la moral" que hay que tener.

Como ejemplos ha citado la cancelación de un concierto de C. Tangana en Bilbao y la censura que a su juicio sufren a nivel internacional el cineasta Woody Allen o de la escritora J.K Rowling, así como la intención de revisar las grandes obras de la literatura y el cine.

"Ahora resulta que quienes callaron ante la cancelación y censura se llevan las manos a la cabeza. No, o se rechaza la censura en todas las circunstancias o te callas", ha agregado, denunciando la existencia de una "izquierda reaccionaria y extremista" que censuró a C. Tangana.

"Si censura a los que están más cerca, la cultura de la censura y de la cancelación es mala. Si censura a quienes están lejos, la censura es buena. Es una hipocresía insoportable y es una utilización política de la libertad", ha recalcado Sémper.