Una imagen de Las Amazonas

No importa si existieron o no. Lo verdaderamente relevante de este mito es la historia de unas mujeres que, cansadas de ser botín de guerra, deciden crear un estado propio para huir del sometimiento masculino. La adaptación que ha hecho Magüi Mira (Valencia, 1944) de Las Amazonas, basada en el texto romántico de Von Kleist, aborda asuntos en vigor como el cambio de roles, la lucha feminista y las consecuencias del amor obsesivo.



Del 8 al 13 de agosto el Festival de Mérida será testigo de una leyenda sobre la que "podríamos hablar horas", asegura Magüi Mira. Y es que estamos frente a una "mito creado y transcrito por hombres, Homero fue el primero en reflejarlas en La Ilíada, que tiene un poder fascinante". Estas guerreras siguen estando en el imaginario del XXI, "nos siguen acompañando" en cómics, en la industria del sexo, en óperas como Pentesilea de Shoeck o en películas como Wonder Woman. En conjunto, "fue un grupo de mujeres que decidió establecer una vida, un estado y un protocolo sin hombres", explica la directora.



Se refugian en las montañas, entrenan y para poder equipararse a los varones, cazarlos y someterlos, "tienen que amputarse un pecho, se mutilan para poder tensar el arco con la misma fuerza que ellos", explica Mira. De ahí el nombre, a-mazonas, "mujeres sin pecho". En el estado que las féminas alumbran solo podrán copular para mantener su estirpe por lo que, si nace un vástago, morirá. Las amazonas no se caracterizan, precisamente, por la empatía y en esa inversión de los roles prohíben enamorarse de manera obsesiva y posesiva. Sin embargo, estalla la tragedia cuando Pentesilea "se enamora de Aquiles y lo posee", cuenta Mira.



Las Amazonas, una adaptación de Magüi Mira

Este es otro de los asuntos centrales y de total actualidad que lleva a las tablas Magüi Mira, que cree que "la exaltación del amor romántico nos lleva a una posesión que nos pudre". Poder aunar la leyenda clásica con la exaltación romántica del XIX ha posibilitado que la directora firme "un espectáculo muy especial" en el que participa un elenco de 18 actores. Durante la obra se van sucediendo diversos géneros que van desde la tragedia, a la comedia y a la tragicomedia. Hay risa, hay llanto, hay emoción y condena cuando Pentesilea, finalmente, acaba con la vida de Aquiles.



Estas amazonas querían dejar de ser el sexo débil y esto "tiene hoy una lectura muy valiente porque somos muchas amazonas las que queremos dejar de ser botín de guerra. Pero no solo en las contiendas sino también en la vida privada y sin tenernos que mutilar ni pagar unas prebendas para que se haga el paripé de la igualdad", critica Magüi Mira. En el ámbito privado "está la violencia de género y en el laboral seguimos cobrando salarios inferiores". La ley tampoco está de nuestra parte y "sentencia barbaridades sin cambiarla. Seguimos siendo una moneda de cambio y estamos luchando no para hacer un cambio de roles, que es algo que, como se ve en la función, no funciona. El 'eres mía' no se puede cambiar por un 'eres mío' porque esto derivaría en la misma violencia", sostiene Mira.







Mira conoce bien el terreno y que la lucha por la igualdad continúa, que aún queda mucho camino que recorrer. "Son siglos y siglos de sociedades piramidales donde el hombre tiene el poder y las mujeres llevamos siglos en una intifada silenciosa intentado buscar ese lugar donde se dé la igualdad", explica. Sin embargo, la dramaturga no cree que el teatro "tenga el poder de cambiar la sociedad". Las amazonas, sostiene, no es un espectáculo psicológico sino una obra de aventuras, "un cuento, que como todas las leyendas, que atraviesa los siglos para hacernos reír y llorar".



El esfuerzo físico al que se ha tenido que someter el grupo de actores les lleva a "expresar sentimientos con los gestos", asegura Mira, que ha firmado una adaptación libre del texto de Von Kleist. La obra, que "no es una propuesta realista sino muy poética", ha colgado ya el cartel de entradas agotadas (en cada pase caben 3.100 personas) y lo achaca a que "nos interesan las mujeres guerreras porque es una fantasía y una utopía atractiva. Nos siguen masacrando tanto que hay una culpa enraizada", opina. Por eso, a Magüi Mira le gusta contar historias "donde las mujeres no solo seamos víctimas, sino que luchemos. Por eso creo que se ha vendido todo, porque las amazonas son guerreras, no se conforman, se levantan y luchan".



@scamarzana