Omar Sharif

Omar Sharif ha muerto en El Cairo a los 83 años de edad, según ha informado la cadena Al Arabiya. Posteriormente el agente del artista, Steve Kenis, ha dicho a la agencia Efe que la muerte se ha producido en un hospital de un ataque al corazón. El actor padecía Alzeheimer desde hacía varios años y había abandonado la actuación en 2009. Durante su larga carrera, en la que recibió tres Globos de Oro y una nominación al Oscar, Sharif participó en algunas de las obras más importantes de la historia del cine, como Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago, ambas de David Lean.



Omar Sharif, nombre artístico, nació como Michel Demitri Chalhoub en Alejandría en 1932 en el seno de una familia de ascendencia libanesa. Debutó en el cine egipcio a los 22 años y rápidamente se convirtió en uno de los rostros más populares del país gracias a sus dotes de galán y su atractivo físico, encadenando 18 filmes interpretando el papel protagonista. Fue el director David Lean quien le descubrió para Hollywood mientras buscaba rostros atractivos que pudieran interpretar los papeles de personajes árabes en la que sería una de las obras fundamentales de la historia del cine, Lawrence de Arabia (1962), el biopic del oficial del ejército británico T.E. Lawrence. En Sharif recayó el papel del Príncipe Alí y el actor entregó una interpretación inolvidable, perfectamente medida, demostrando una gran química con el protagonista de la película, Peter O'Toole. Difícil olvidar la presentación de su personaje, con ese plano en el que una mancha en el horizonte del desierto se va convirtiendo en una amenazante e inquietante figura que genera un momento de tensión único.



El buen trabajo realizado por el actor en Lawrence de Arabia, que le valió una nominación al Oscar y un Globo de Oro, convenció a David Lean de que Sharif era el indicado para protagonizar otra de sus obras maestras, la adaptación de la novela Doctor Zhivago (1965) de Boris Pasternak. Entre las dos colaboraciones con Lean, el actor tuvo tiempo de trabajar con Fred Zinnemann en Y llegó el día de la venganza (1964) y con Antonhy Mann en La caída del imperio romano (1964). Tras Doctor Zhivago, y ya asentado completamente en la industria de Hollywood, colaboraría con algunos de los más grandes directores de la época. Con William Wyller en Funny Girl (1968) junto a Barbra Streisand, con Sidney Lumet en Una cita (1968), con Richard Fleischer en Che!, con John Frankenheimer en Orgullo de estirpe (1971), con Blake Edwards en La semilla del tamarindo (1974), con Richard Lester en El enigma se llama Juggernaut (1974)... aunque tampoco rechazaba papeles en grandes superproducciones de escaso valor artístico o en comedias de gags como Top Secret (1984).



Su último gran papel fue el de El señor Ibrahim y las flores del Corán (2003) de François Dupeyron, con el que ganó el Premio César al mejor actor. Tenía una gran relación con nuestro país, en el que pasó largas temporadas, y fama de perfeccionista y malhumorado aunque también de gran conquistador.