Marta Poveda, Ana Torrent y María Hervás. Foto: Javier Naval.

"Estas pingüinas rinden homenaje a Cervantes jugando a ser diosas y, a veces, consiguiéndolo. No pronuncian comentarios, ni análisis, ni lecciones críticas o universitarias. Son mujeres echadas para adelante, de armas tomar, de rompe y rasga. Excepcionales". Con estas palabras el autor Fernando Arrabal presenta a las protagonistas de Pingüinas, obra con la que vuelve a unirse escénicamente con Juan Carlos Pérez de la Fuente y con la que llega, el próximo 23 de abril, a las Naves del Español.



María Hervás (Torreblanca), Ana Torrent (Luisa de Belén), Marta Poveda (Constanza), Ana Vayón (María), María Besant (Andrea), Lola Baldrich (Magdalena), Alexandra Calvo (Martina), Badia Albayati (Catalina), Sara Moraleda (su hija Isabel) y Lara Grube (su madre Leonor) son las actrices, "moteras o pingüinas", cuyos personajes anhelan, también, morir de amor. Un solo personaje masculino, Miho (Miguel Cazorla), será el vértice sobre el cual pivoten todas las palabras. "Arrabal, que es viejo, sabio y niño -explica Pérez de la Fuente-, ha encontrado en estas nenas y en este iluminado la horma de su zapato".



Para el autor de Carta de amor (monólogo dirigido por el actual director del Teatro Español e interpretado en 2002 por María Jesús Valdés) la esencia de El Quijote es la libertad más allá de la locura: "La libertad con Borges y Nabokov, como si los tres intentaran, como ciertas perdices, pasar detrás de la luna. La obra perdura entre transgresoras, bohemias y místicas. Cervantes nos permite soñar con ayer para comprender el hoy. Para que no se pretenda que Pan ha muerto, con el acelerador a toda mecha, las pingüinas embisten todas las puertas. Mantuvo siempre la intratable voluntad de decir no. Solo la confusión nos encapota con tal fogosidad que surgen utopías. Las novelas de caballerías pasaron a la historia. Este desfase actualiza El Quijote".