Antón Reixa ha sido destituido del cargo de presidente de la SGAE tras la Junta celebrada este martes. Foto: Begoña Rivas



- La votación se ha saldado con 25 votos en su contra, 12 a favor y una abstención. Miguel Hermoso ocupará la presidencia hasta que el próximo día 25 se elija al nuevo presidente.



- Reixa: "No he cometido nada ilegal. En la SGAE hay una lucha de poder que supera los límites de lo legítimo" | El ya ex presidente asegura que no es descartable celebrar elecciones en unos meses y garantiza que la situación económica de la entidad no es grave
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La junta directiva de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha decidido este martes la salida de Antón Reixa como presidente de la entidad, después de que "una mayoría holgada" de sus 39 miembros haya votado en contra de su continuidad. Elcultural.es ya adelantó la semana pasada la destitución del músico, una vez que varios miembros de la Junta reconocieran estar de acuerdo y haber reunido las firmas suficientes para que esta se produjese. La votación se ha celebrado tras un debate que se ha iniciado a las 10 de la mañana y que continuará con la presentación de los candidatos para suceder a Reixa en el cargo. 25 de los 39 miembros de la junta han votado en contra de su continuidad. Otros 12 han votado a favor y se ha registrado una abstención, en una votación en la que Reixa no ha participado. El director de cine Miguel Hermoso ocupará interinamente la presidencia de la Sociedad hasta que la Junta Directiva designe el 25 de julio al nuevo presidente de la entidad.



Antón Reixa (Vigo, 1957) dirigía la SGAE desde mayo de 2012, tras conseguir la candidatura que encabezaba, Autores Unidos por la Refundación (AUNIR), la mayoría de los votos en las primeras elecciones celebradas tras la era de Eduardo Bautista al frente de la entidad. En conversación con elcultural.es, Reixa ha admitido sentir tras esta marcha forzada una mezcla de "alivio, preocupación y agradecimiento". Alivio porque, dice, podrá volver a compaginar sus responsabilidades en la Junta de la SGAE, que no abandonará, garantiza, con su trabajo; preocupación porque, declara, deja la presidencia en un momento "malísimo" para el derecho de autor: "Los autores debemos hacer frente a esta situación. Nos jugamos el futuro de la gestión de los derechos y espero que sepamos abordar cuestiones como la nueva Ley de Propiedad Intelectual. Espero que el gobierno no se lave las manos y piense que por este problema de la presidencia nos van a distraer de nuestra labor principal, que es la de frenar esa ley".



Además, está agradecido al personal de la SGAE y a los trabajadores, que están pendientes de una posible ola de despidos, recuerda, así a los autores, de los que asegura haber recibido mucho cariño. Según su opinión, este boicot tuvo su detonante en su persecución a las malas prácticas de las televisiones nocturnas y en la resistencia interna con la que se topó cuando encaró este asunto. "Si SGAE sale viva de la nueva Ley de Propiedad Intelectual, tendrá que afrontar el problema de los creadores. Esa resistencia interna se explica por la existencia de un conjunto de intereses".



Respecto a las acusaciones que sus compañeros de la Junta han vertido estos días sobre su persona y su gestión, Reixa sostiene que han circulado "muchas mentiras". Su honorabilidad, se tranquiliza, es "fácilmente rescatable" y su abogado ya se está encargando de ello. En cambio, respecto a las voces que han insinuado que el ya ex presidente podría haber cometido ilegalidades en el cargo, alega que mienten: "No se sostiene. No he cometido nada irregular ni que vaya contra mi programa. No ha habido en cualquier caso nada que no haya sido suficientemente abordado en las reuniones". Hay más, Reixa cree que lo que le pasa a la SGAE es algo "casposamente español", una lucha de poder que, a su juicio, "hace tiempo traspasó los límites de lo legítimo".



"No me voy resentido"

Dice Reixa haber dejado el rencor en el nombre de su viejo grupo, Los Resentidos. Se marcha con sensaciones cruzadas y, repite, con la conciencia tranquila en asuntos como la aplicación de su programa y su plan de descentralización. Respecto a su sucesor, se define como "exquisitamente neutral" y espera que, sea quien sea, concentre todos los esfuerzos en la Ley de Propiedad Intelectual. "No sería descartable que dentro de unos meses se acometan unas elecciones, siempre y cuando esté garantizada la estabilidad funcional de la casa". Preguntado por el esfuerzo económico que supondrían los comicios, inabordable según declaraba hace unos días el también miembro de la Junta Fermín Cabal, Reixa señala que la SGAE "tiene problemas económicos pero no de hipotecas. Los autores somos muy parecidos a la ciudadanía, tenemos unos problemas pero incluso en una situación de crisis nuestros niveles son aceptables. Espero que en eso no haya vuelto atrás". Sobre Arteria, con cuya venta estuvo cada vez menos motivado desde su llegada la presidencia, exige que se realice una descapitalización sensata ("que no paguemos hipotecas", insiste).



14 meses y ocho días ha durado la presidencia de Reixa, que se ha tenido que enfrentar en este periodo a la fuerte oposición de algunos de los sectores que integran la SGAE, como la Asociación de Compositores y Autores de Música (ACAM). ACAM pidió formalmente el lunes el cese de Reixa y su equipo de Gobierno porque "podrían haber llevado a la entidad a una futura quiebra técnica financiera", así como a una "fractura social total de la entidad". Hace unos días y de cara a la reunión de este martes un grupo de 183 artistas y socios de la SGAE habían hecho pública una carta en la que pedían a la junta directiva que aparcara sus discrepancias y no provocara "cambios innecesarios". Entre los firmantes estaban Alejandro Sanz, Luis Tosar, Isabel Coixet, Marta Sánchez, Ariel Roth, Santiago Auserón o Raimundo Amador.