Imagen del montaje Naufragio.

"Pensábamos que sabíamos todo o casi todo sobre nosotros, pero hizo falta que apareciera un dramaturgo inglés para contarnos algo nuevo sobre los rusos. ", explicó hoy en Madrid Alexei Borodin, director de la RAMT (Teatro Académico de la Juventud de Moscú). El dramaturgo al que se refería es Tom Stoppard, autor de La costa de Utopía, impresionante tríptico dramático que se estrena mañana en el Valle Inclán de Madrid sobre la pléyade de escritores, artistas e ideólogos que durante el siglo XIX, al calor del idealismo romántico y del socialismo utópico, se planteatron acabar con el autoritarismo en Rusia y anticiparon las ideas revolucionarias.



Esa mirada externa a la que se refiere Borodin, ya la previó Alexander Herzen, el protagonista de la obra, en su libro Desde la otra costa, cuyo título parece haber ejercido una influencia obvia en el de Stoppard. Pero en opinión de Borodin el éxito internacional de esta pieza, que también se ha representado en Londres, Nueva York y Tokio, es "porque no habla solo de Rusia, sino de la humanidad. La búsqueda de la libertad es un tema muy actual y la condiciones que se crean alrededor origina cuestiones graciosas", añadió.



Borodin alabó el trabajo de Stoppard, por la estructura de sus obras, por su sentido "extraordinario del teatro", por los juegos creativos que introduce. Él, que acaba de estrenar hace tres días en Moscú otra pieza del inglés, Rock and roll, añadió que "Stoppard es mi profesor, me está enseñando continuamente".



Por su parte, el escritor manifestó su asombro por la "internacionalización que vive el teatro actual. Cuando yo comencé, el teatro estaba más encerrado en cada país, pero hoy gracias a los sobretítulos el teatro viaja por el mundo". Y a la pregunta de si el elenco ruso se adapta mejor a su obra que los de otras producciones que se han hecho, Stoppard explicó que "no hay una manera de hacer teatro a la rusa, sino que es el director de escena quién imprime un sentido al elenco".



La obra, de nueve horas de duración, se compone de tres piezas: Viaje, Naufragio y Rescate y, según Borodin, llegar hasta Madrid ha sido una gran gesta, pues ha exigido desplazar a un centenar de personas, entre actores y equipo técnico. Es la primera vez que la obra sale de Moscú. Se representa desde mañana y hasta el sábado en el Valle Inclán de Madrid y luego viajará al Lliure de Barcelona, del 5 al 8 de octubre.



La costa de Utopía abre el programa Una mirada al mundo del Centro Dramático Nacional (CDN), destinado a programar producciones extranjeras. Este año se presenta tres obras más: Más menos cero, de Marthaler, El proceso por la Kammerspiele de Munich y Entre nosotros todo va bien, de la polaca Maslowska, además de lecturas de autores mexicanos y una exposición sobre la Cuatrienal de Praga.