Helena Pimenta. Foto: Sergio González

Liz Perales | Marta Caballero

Helena Pimenta será la futura directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), nombramiento fruto de un concurso público que ha dado a conocer este miércoles la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde. Tras publicarse el pasado lunes el nombre del nuevo director del Ballet Nacional de España, Antonio Najarro, hoy se anuncia el de la que será sustituta de Eduardo Vasco, distinguida en un proceso de selección iniciado por el INAEM el pasado 30 de diciembre. A estos nombramientos seguirán el de los responsables del Teatro de la Zarzuela y del Centro Dramático Nacional.



Pimenta, nacida en Salamanca y fundadora de Ur Teatro, había dirigido con anterioridad tres montajes para la CNTC y había participado en diversas actividades de la institución, como la elección del elenco de la Joven Compañía. La directora ha considerado "un honor" el nombramiento, con el que se ha impuesto a otras 19 candidaturas, de las que cuatro eran de mujeres, y ha afirmado que lo acepta con mucha ilusión: "Admiro y respeto esta institución, un referente nacional e internacional del Teatro Clásico del Siglo de Oro Español y me enfrento a dirigirla con humildad y respeto".



Sobre su proyecto, que espera sea "riguroso y eficiente", Pimenta ha matizado que se caracterizará por un espíritu continuísta con el trabajo anterior y que contendrá una actividad dinamizadora de la actividad teatral, que se centrará en el verso y en el teatro de la palabra y que pondrá al Siglo de Oro en primer plano. "Se sitúa en el hoy pero tiene memoria y a la vez mira al futuro", ha resumido. Uno de los hitos de ese futuro próximo será la reapertura del Teatro de la Comedia, donde su compañía fue la última en actuar -con La dama boba- antes de que comenzara la reforma.



Asimismo, ha avanzado la suya será una dirección abierta a la profesión teatral, "integradora y volcada con la búsqueda de nuevos públicos", y que además trabajará en la relación con los especialistas y los profesionales de la enseñanza, incluidos los "de las edades más bajas". Por otra parte, la directora ha añadido que su proyecto tiene un capítulo dedicado a la formación de profesionales externos y que fomentará la internacionalización del trabajo de la compañía, con el punto de mira en Hispanoamérica pero también en algunos países europeos, "sobre todo en Inglaterra y en Francia", y a través de giras internacionales, una de las asignaturas pendientes de la institución.



Sobre la posibilidad de dirigir montajes dentro de la CNTC, Pimenta ha señalado que quizá haga "uno al año", pero que sobre todo se empeñará en potenciar el trabajo de otros. En cuanto a los recientes problemas con los técnicos de la compañía, ha afirmado que su intención es transmitir su ilusión hacia ese equipo. Igualmente, ha anunciado su vocación de equilibrar la institución con la apertura de nuevos equipos y rescatar a históricos de la compañía, contar con la colaboración de profesionales...



Por último, y preguntada por su preferencia por las obras de Shakespeare (actualmente ensaya Macbeth con Ur, compañía que abandonará mientras esté en el cargo), la directora ha manifestado que las del inglés no serán prioridad en la programación, "aunque puede que se haga alguna". Y ha concluido: "Hay muchos textos españoles que me gustan y trabajaré con líneas temáticas buscando la relación con lo contemporáneo".



Según el nuevo Estatuto de la CNTC y que regula los objetivos, organización y funciones del citado centro, se establece un límite al número de creaciones artísticas o interpretaciones propias dentro de la Compañía de la directora seleccionada, así como su permanencia en el cargo que estará limitada a cinco años, prorrogable por un nuevo periodo de un máximo de tres años.



Pimenta comenzó en el teatro desde la enseñanza, fue catedrática de inglés en un instituto de Rentería. Nacida en Salamanca, fue en la localidad vasca donde fundó el grupo Ur Teatro, con el que montó el espectáculo que le dio fama, Sueño de una noche de verano. A partir de ahí, ha llevado a escena varios títulos de Shakespeare. Con los clásicos españoles ha toreado menos: algún Lope en la Compañía Nacional, también de Cervantes y Luces de Bohemia, de Valle.