Scott Cooper (Abingdon, 1970), formado como actor en el Lee Strasberg Theatre & Film Institute, ha mostrado en su trabajo como cineasta una gran sensibilidad hacia personajes torturados a los que el arte es capaz de redimir.
Esto ya estaba en su ópera prima, Crazy Heart (2009), película por la que Jeff Bridges recibió el Oscar al mejor actor, interpretando al músico country ficticio Bad Blake. Tras probar el relato criminal en Black Mass (2015) o el terror en Antlers (2021), el director regresa a un terreno más íntimo en Springsteen: Deliver Me From Nowhere.
La película, que adapta un libro de Warren Zanes, aborda la gestación por parte del músico de Nueva Jersey del álbum de folk minimalista Nebraska, mientras afronta una crisis espiritual y creativa. Jeremy Allen White, la estrella de la serie The Bear, aporta una atractiva vulnerabilidad a The Boss en el filme.
El cineasta estadounidense atiende a El Cultural para hablar de un biopic musical que busca distanciarse de películas como Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, 2018) o Elvis (Baz Luhrmann, 2023), centrando la historia en un capítulo concreto de la vida del músico, ese en el que la fama está a punto de arrasar con todo.
Pregunta. ¿Por qué decidió centrarse en la creación del disco Nebraska a la hora de abordar la figura de Bruce Springsteen?
Respuesta. Nebraska es un álbum que tiene una enorme resonancia en mi vida. Lo descubrí en un momento en el que me encontraba muy vulnerable. Siempre he pensado que si alguna vez rodaba un biopic musical, me centraría en un momento específico e íntimo. Y la creación de Nebraska por parte de Bruce Springsteen era un episodio perfecto.
P. El guion está basado en el libro de Warren Zanes. ¿Qué fragmentos le parecían esenciales y dónde sintió la necesidad de tomarse libertades artísticas?
R. Lo que me encantó del libro de Warren fue su capacidad para capturar la intimidad de Bruce Springsteen. Me dio una visión realista de lo que él estaba experimentando en esa época. Es cierto que la mayor parte de lo que describe es interno, y ahí estaba la belleza del desafío. ¿Cómo conviertes lo interno en una dramaturgia? El cine y la literatura son muy diferentes.
»Así que la cuestión era para mí darle una mayor amplitud a la historia. ¿Cómo se le da movimiento, ritmo, conflicto y propulsión? ¿Cómo logras que funcione a diferentes niveles? La creación de Nebraska es un nivel. Luego estaba el trauma no resuelto que arrastra Springsteen, o la culpa por la fama que ha alcanzado, o su relación con su manager de toda la vida, John Landau (Jeremy Strong), quien finalmente le salva la vida, o su incapacidad para conectar de verdad con las mujeres. El libro de Warren fue la semilla de todo esto.
P. ¿Cuánto se involucró el propio Bruce Springsteen en el proyecto?
R. Bueno, Bruce se involucró en el proyecto exactamente de la manera que yo quería que estuviera involucrado. Ver vídeos y leer libros, incluso la propia autobiografía de Bruce, te lleva solo hasta cierto punto de comprensión. Para comprender realmente su estado mental, tienes que recurrir a la fuente. Y él siempre estuvo abierto a mis preguntas.
»Fue un regalo que estuviera disponible mientras escribía el guion. Después, vino varias veces al set durante el rodaje. Pero nunca pretendió dar ninguna orientación, simplemente le vi disfrutar de estar allí, viendo su vida recreada. Fue un auténtico privilegio contar con su presencia.
P. ¿Cómo trabajó con Jeremy Allen White para que su trabajo fuera creíble sin caer en la imitación?
R. Fue algo de lo que hablamos mucho al principio. La idea nunca fue buscar la imitación. No teníamos ni idea de si Jeremy podía cantar o tocar la guitarra y la armónica y, de hecho, no hacía ninguna de estas cosas. Pero trabajó mucho para lograr un nivel aceptable en cada una de estas disciplinas.
»Él, además, estudió incontables horas de vídeos de Springsteen de los años 81 y 82 y creo que ha conseguido representarlo de una manera muy completa, pero sin que parezca una imitación. Viendo el trabajo de Jeremy se percibe quién es Bruce.
Jeremy Allen White, en 'Springsteen: Deliver Me From Nowhere'
P. El diseño de producción, el trabajo de cámara y el sonido parece que buscan reflejar la estética minimalista del disco Nebraska.
R.Sí, me alegro de que lo haya notado. Le dije al equipo creativo y también a Bruce que iba a hacer la película igual que él había hecho Nebraska, de una manera minimalista,sin brillo y sin espectáculo.Springsteen: Deliver Me From Nowhere no es un musical de rock con todos los éxitos. Es un filme sobre un capítulo íntimo, calmado y doloroso de la vida de Bruce.
»Hubiese sido más sencillo abordar una versión más pop de su trayectoria, pero ni a él ni a mí nos interesaba eso. Espero que cuando el público vea la película, ya sean fans acérrimos u ocasionales, tenga acceso al menos a una pequeña parte de quién es realmente Bruce Springsteen.
P. Ha asegurado que la película tiene una importante dimensión personal para usted mismo. ¿Cómo ha influido su conexión con la música de Springsteen en sus decisiones creativas?
R. De alguna manera, Bruce me enseñó lo que significa ser un narrador. Y también condujo mi mirada hacia las personas que viven al margen de la sociedad, me mostró cómo dar voz a aquellos que no la tienen. Si haces una película sobre Bruce Springsteen, estás inevitablemente retratando el alma de Estados Unidos.
»Podría decirse que mis películas son muy americanas, que tratan temas muy americanos, pero al mismo tiempo creo que son cuestiones universales, que también significan algo en España, Francia o Italia.
P. ¿De qué escena o momento de la película se siente más orgulloso?
R. Estoy muy orgulloso de dos escenas que rodamos el mismo día. Una aparece en los primeros seis minutos de la película y en ella vemos a Jeremy interpretando Born to Run frente a miles de personas. Y, más tarde, en la misma jornada, grabamos la escena del final en la que reconecta con su padre en ese camerino frío y desnudo, cuando este le pide que se siente en su regazo.
»Ese día había recibido la devastadora noticia de que mi casa estaba ardiendo por culpa de los incendios en Los Ángeles. Todo el equipo, incluido el propio Springsteen, me animó mucho y juntos sacamos adelante todo el trabajo. Así que estas escenas siempre tendrán un significado personal para mí.
P. ¿Qué experiencia quiere que atraviese el público viendo la película?
R. Todos luchamos contra la soledad y la desesperación. Y si no conseguimos alcanzar un bienestar mental, hay que buscar ayuda. Bruce Springsteen no sabía cómo conseguirla, pero al final la obtuvo y le salvó la vida.
