Fugaz como algunas estrellas, Angelina Jolie ha pasado como una exhalación por el Festival de San Sebastián, casi como si viniera a bendecirlo. A una hora intempestiva (las siete y media de la tarde en el País Vasco, las diez y media de la mañana en Los Ángeles) de un domingo, Jolie ha aparecido en una sala de prensa repleta tras un paseo triunfal por la alfombra roja.
Ha presentado Couture junto a todo el equipo, incluida la directora Alice Winocour y su coprotagonista Louis Garrel, habitual del certamen. La cinta ha recibido críticas mixtas: para algunos un sólido drama feminista, para otros una pieza densa que no acaba de despegar.
Ambientada en la Semana de la Moda de París, la película entrelaza las vidas de tres mujeres en un contexto de glamour, pero también de miedo escénico, nervios y exigencia profesional. Un mundo sospechoso de superficialidad que aquí se muestra con sus dos caras.
Las estrellas de Hollywood suelen ser muy prudentes en sus declaraciones, pero Jolie no ha esquivado la pregunta sobre cómo se siente en la América de Trump “Obviamente es una pregunta muy difícil", empezaba la actriz. "Solo decir que me encanta mi país, pero no lo reconozco en este momento. Siempre he vivido internacionalmente. Mi familia es internacional, mis amigos, mi vida, mi perspectiva es mundial... Así que, cualquier cosa, en cualquier lugar, que divida o, por supuesto, limite las expresiones personales y las libertades es muy peligrosa".
En un momento político dado a la exaltación, Jolie ha pedido también mesura. "Estos son momentos tan serios que tenemos que tener cuidado de no decir cosas sin pensar o de manera trivial", apuntaba. "Así que tendré cuidado durante esta conferencia de prensa, pero debo decir que, por supuesto, como sabe todo el mundo, estos son momentos muy, muy pesados, difíciles. Es algo que estamos viviendo todos juntos”.
Angelina Jolie y Louis Garrel, en 'Couture'
Ante una pregunta sobre su debut como directora, En tierra de sangre y miel (2011), la historia de amor de una mujer bosnia y un oficial serbio, con obvias resonancias con el clima de tragedia bélico en Oriente Medio, ha dicho: “Hay una guerra y hay esperanza, un deseo de vivir, un deseo de vivir una vida que sea libre de sufrimiento. Así que sí, esa es la condición humana para todos nosotros".
"Algunos viven en los extremos de un conflicto muy real y algunos de nosotros, aunque sea alguien que amamos, está sufriendo o incluso es algo que estamos pasando personalmente", ha continuado, de manera algo crítica. "Así que creo que siempre debemos estar unidos como seres humanos. Y creo que el cine puede unirnos. Te sientas solo en una sala oscura de cine y es un lugar en el que podemos pensar y sentir juntos”.
Maxine, interpretada por Jolie, es una directora de cine de terror estadounidense que, en pleno rodaje de un spot promocional para la Semana de la Moda, descubre que tiene cáncer de mama. La noticia de una biopsia negativa la sume en una crisis íntima.
Cabe recordar que la actriz se sometió en 2013 a una doble mastectomía preventiva tras descubrir que era portadora del gen BRCA1, decisión que compartió públicamente en The New York Times. Esa experiencia personal resuena inevitablemente en su personaje.
Angelina Jolie, durante la rueda de prensa. Foto: EFE/Javier Etxezarreta
La actriz ha hecho referencia a ese episodio doloroso de su vida. “Sí, yo decidí tener una cirugía porque perdí a mi madre y a mi abuela muy jóvenes", aseguraba la actriz. "Y me hice la cirugía porque tengo la mutación genética del BRCA hace más de una década. Y también he tenido que quitarme los ovarios, porque eso también lo sufrió mi madre. Y esas son mis elecciones. No digo que todos deberían hacerlo de esa manera, pero es importante poder tener la elección. Y no me arrepiento".
La actriz también se ha referido a cómo vivió el cáncer de su madre. “He pensado mucho en ella cuando hice la película", recordaba. "Me alegro de que tuviera una comunidad de apoyo, que no se sintiera sola. Si pudiera darle un consejo a mi personaje cuando descubre que tiene cáncer, le diría que perdonara, que viviera cada día y que se enfocara en la vida".
Tras hablar de su madre ha habido un momento de emoción y ha añadido: “Lo siento por no responder mejor, pero estoy muy emocionada. No quiero llorar”.
Louis Garrel, que tiene un pequeño personaje como fotógrafo, ha hecho referencia al aspecto sexual de esa debacle física que conlleva el cáncer. “Habla de cáncer pero también de sexo, obviamente", opinaba el actor. "Porque, en general, cuando hablas de cáncer, especialmente de cáncer de mama, es con un tono patético. Y no es patético en absoluto esta vez. Puede ser dramático, pero también está conectado con el deseo. Porque cuando alguien atraviesa algo así, puede seguir existiendo el erotismo. El erotismo hay que entenderlo así: los hombres pueden erotizarse de múltiples maneras”.
Angelina Jolie, en San Sebastián. Foto: EFE/Javier Etxezarreta
La protagonista del clip que Maxine rueda es Ana (Anyier Anei), una modelo procedente de Sudán del Sur que, pese a su belleza, se siente extraña en un mundo que apenas conoce. Y Angèle (Ella Rumpf) es una maquilladora, una “obrera” de la moda, que intenta sin éxito publicar un libro con confesiones de modelos.
“Es la primera vez que vemos la industria de la moda desde la perspectiva de una mujer africana joven", Ha dicho Anei. "La película realmente me toca. Cuando vienes de una zona de guerra, como Sudán, donde no hay internet ni trenes, la vida es muy diferente, y caer de repente en un mundo de dinero y caos puede ser muy duro”.
