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El rostro inconfundible de Eusebio Poncela ha estado con nosotros desde la década de los años 70 y se ha adherido al ADN del cine español hasta convertirse en parte inseparable de él. Icono de la movida madrileña, Poncela ha trabajado con los cineastas más prometedores de nuestro cine: Almodóvar, Zulueta, Álex de la Iglesia, Imanol Uribe o Eloy de la Iglesia. Todos ellos supieron ver en él un talento desbordante para retratar, de una manera u otra, el exceso.

Más allá de su nulo éxito en los galardones cinematográficos, la contribución de Poncela es inestimable y ha traspasado hasta la barrera actoral, pero su vida fuera de la interpretación también pasó por adicciones de todo tipo. En Dolor y Gloria (2019), la ficción semiautobiográfica de Pedro Almodóvar, uno de los personajes se basaba en la propia vida del actor madrileño, el cual no volvió a pisar un rodaje del cineasta manchego por culpa de estar enganchado a la heroína.

Su larga trayectoria cinematográfica le ha llevado a participar en algunas de las series y películas más importantes de la historia del cine español, dotándolas del carisma y toque especial que irremediablemente poseía.

La semana del asesino

Eloy de la Iglesia, 1972

¿Qué mejor manera de comenzar a labrarse una carrera en esto de la actuación cinematográfica que con una película de Eloy de la Iglesia? En La semana del asesino, el rol que lo empezó todo para Poncela, el actor madrileño comenzaba siendo el acompañante de un asesino serial (Vicente Parra) en formación a manos.

Arrebato

Iván Zulueta, 1979

El hechizo que lanzó Zulueta desde el subsuelo con Arrebato nunca hubiese sido el mismo sin el papel de Eusebio Poncela. Y es que su dupla obsesiva y homoerótica junto a Will More hicieron del filme un icono del underground que perdura y se agranda a cada año que pasa. José Sirgado, su personaje en la película, fue la segunda víctima del gran arrebato que hechizaría a más de una generación de cineastas. Entre ellos, Almodóvar

Los gozos y las sombras

Rafael Moreno Alba, 1982

En Los gozos y las sombras, Poncela comenzaba sus andares por la televisión de la mano del drama de Rafael Moreno Alba. A lo largo de 13 capítulos donde se contaba la historia de una villa gallega imaginaria durante la Segunda República. En ella, las familias Aldán, Deza, Churruchao y Sarmiento se hallan enfrentadas a Cayetano Salgado, dueño de la flota y los astilleros locales, y nuevo cacique del pueblo.

Matador

Pedro Almodóvar, 1986

Tras su participación en Arrebato, y, probablemente, en una gran parte de las citas nocturnas de la movida madrileña, era imposible que Pedro Almodóvar no comenzase una relación profesional con Poncela. En Matador, lejos de ser el protagonista, su rol como inspector torpe y seductor le sirvió para más tarde repetir por última vez como "hombre Almodóvar" en su siguiente película.

La ley del deseo

Pedro Almodóvar, 1987

Esta vez sí, su primer y último papel protagonista en una película de Almodóvar llegaría con la irrefrenable Ley del deseo. Aquí, Poncela se ponía en la piel de un director de cine que se deja llevar, como bien dice el título, por el deseo y el exceso —un claro trasunto del propio director manchego—. La ley del deseo fue un hito en la historia del cine, pues fue la primera película en la que se mostraba de una forma tan explícita y clara una relación sexual entre dos hombres.

La razón principal por la que Eusebio no volvería a pisar un rodaje de Almodóvar fue que, durante los meses de la filmación, su adicción a la heroína apagaron la interpretación del actor, quien debía encarnar, más bien, un personaje pasado de vueltas por el acelerón de la cocaína.

El rey pasmado

Imanol Uribe, 1991

En El rey pasmado, el actor madrileño contó con un rol secundario junto a otros grandes como Gabino Diego o Fernando Fernán Gómez. Inspirada en una novela del escritor Gonzalo Torrente Ballester. La película contaba la historia de un rey que se queda estupefacto al contemplar el cuerpo desnudo de Marfisa, la prostituta más bella de la Villa y Corte. A pesar de la oposición y el escándalo de la Iglesia, el Rey no para hasta ver cumplidos todos sus deseos.

Martin (Hache)

Adolfo Aristarain, 1997

Es difícil acordarse de Martin (Hache) y no pensar en Dante (Eusebio Poncela), el actor y casi único amigo de Martín, cuyo mayor placer era vivir en la cuerda floja de la vida. Una tentación constante para el protagonista del excesivo drama de Adolfo Aristarain.

Intacto

Juan Carlos Fresnadillo, 2001

Gracias a su rol como acompañante en el thriller azaroso de Juan Carlos Fresnadillo, con Intacto, Poncela se ganaría su primera y única nominación a los muy desagradecidos —al menos con él— Premios Goya.

Teresa: el cuerpo de Cristo

Ray Loriga, 2007

Con el comienzo de siglo y el paso de los años, sus apariciones en la gran pantalla fueron disminuyendo en beneficio de las series. Teresa: el cuerpo de Cristo fue su último papel relevante en una gran producción española en lo que al cine se refiere. Aquí compartía encuadre con grandes estrellas como Paz Vega o Leonor Watling en un drama de época, donde asumió el rol de Gaspar Daza.