Que un largometraje español e independiente llegue a la gran pantalla es el sueño de muchos y el placer de unos pocos. A día de hoy, cualquier cineasta que ose alejarse del circuito comercial debe cumplir una lista de atributos para llegar a las salas: ser pasional, talentoso, estar bien conectado y, sobre todo, ser paciente. Algo que Ion de Sosa (San Sebastián, 1981) tiene bastante claro. Este domingo, el director vasco presenta en el Festival Internacional de Locarno Balearic, su primer largometraje de ficción.
En los últimos años, el donostiarra ha tenido que compaginar su trabajo como director de fotografía en proyectos como Espíritu Sagrado o El fantástico caso del Golem con sus aspiraciones más autorales como Mamántula. Este, su último mediometraje, contaba la historia de una tarántula gigante travestida de humano, la cual seducía y devoraba brutalmente a sus víctimas.
"Cada una de mis películas es un álbum de fotografías, de tiempos, de situaciones y de cómo me encuentro yo personalmente", declara el cineasta. El humor, la estética camp y el underground son denominadores comunes en su cine y a pesar de que Balearic es su película más comercial y de mayor presupuesto, el director sostiene que este filme mantiene un espíritu combativo.
En su entrevista con El Cultural, de Sosa confiesa: "Estoy cansado de que mis películas no se estrenen, mi objetivo con Balearic es que llegue a salas, a un público más amplio". Para ello, debutar en el largometraje de ficción en un festival como Locarno, del cual han salido muy bien posicionados filmes como Salve María o Espíritu Sagrado, supone una oportunidad para darle una vida mejor a un filme como el suyo.
Balearic, según cuenta su director, es un survival horror que se desarrolla en la víspera de San Juan, cuando un grupo de jóvenes se queda encerrado en la piscina de una mansión por culpa de tres feroces perros. Mientras tanto, en la lejanía de ese barrio abundante, los vecinos se reúnen para celebrar una fiesta por el comienzo del verano. Dublineses de John Huston, El ángel exterminador de Buñuel o La noche de Antonioni son algunas de las referencias principales del director vasco.
Fotograma de 'Balearic'.
A lo largo de su trayectoria, la cual comenzó con True Love en 2011, el cineasta vasco ha conseguido formar una especie de familia cinematográfica que se amplia, prácticamente, en cada rodaje. "Me estimula volver a reunirme con gente con la que me gusta trabajar y, después, disfrutar las películas juntos en los momentos de celebración", proclama de Sosa.
El guion de Balearic, por ejemplo, ha sido escrito por seis profesionales y compañeros (Chema García Ibarra, Burnin' Percebes, Julián Génisson y Lorena Iglesias) que han aportado, cada uno a su manera, un punto de vista distinto a la película. "Yo soy muy promiscuo en esto de repasar el texto, por suerte tengo amigos que entran en este juego de peloteo. Me encanta poder contar con otras opiniones en el proceso creativo", afirma el director.
Así como se habla de un novo cinema galego o de una promoción de directoras catalanas con un gusto especial por el cine intimista, esta comunidad de cineastas de la que habla Ion de Sosa también podría componer una generación en sí misma. "Estamos todos para todos en esta pequeña familia cinematográfica que seguimos creando", asegura De sosa.
Y es que Chema García Ibarra (Espíritu Sagrado), Nando Martínez y Juan González (El fantástico caso del Golem) Julián Génisson (Inmotep) y el propio Ion también lideran, quizás de forma inconsciente, una nueva tendencia dentro del cine independiente que busca reapoderarse de la comedia y la fantasía desde la transgresión y el surrealismo.
Más allá de su figura como autor, la carrera de Ion de Sosa como director de fotografía, según él, le ha traído muchas alegrías y la posibilidad de ahondar en el universo cinematográfico de otros cineastas. Uno de sus últimos trabajos, el cual verá la luz en la 73.ª edición del Festival de San Sebastián, es Aro berria, de Irati Gorostidi. "Es mi cenit como director de fotografía", afirma de Sosa.
Además del suyo, algunos de los nombres que resonarán por Locarno a partir de este miércoles serán el de Eduardo Casanova con Silencio o Miguel Ángel Jiménez con The birthday party.
