El director de fotografía, restaurador e investigador de cine Juan Mariné, Goya de Honor 2024, falleció ayer en Madrid, a los 104 años de edad. Figura fundamental de la historia de nuestro cine, Mariné filmó el entierro del revolucionario anarquista Buenaventura Durruti en 1936 y fotografió la primera película española en color, La gata (1956), de Margarita Alexandre y Rafael M. Torrecilla.
Nacido el último día del año 1920 en Barcelona, se adentró en el cine a la precoz edad de 13 años, cuando llegó al rodaje de El octavo mandamiento para entregar unas cámaras nuevas procedentes de Francia que solo él supo hacer funcionar. En sus últimos años de vida, noventa después, acudía con frecuencia a la ECAM para restaurar películas.
Cuando finalizó la Guerra Civil, fue a ver la estadounidense El gran Ziegfeld, proyección que le impactó y por la que se prometió a sí mismo que dedicaría su vida al cine, un pacto que cumplió.
Mariné, primer director de fotografía que ingresó en la Academia de Cine, recibió el pasado año el Goya de Honor 2024. El centenario restaurador recogió este premio honorífico a toda su trayectoria por los aportes que realizó a la historia del cine español, en un acto íntimo que se celebró en la sede de la institución, rodeado de su familia, amigos y compañeros.
Su amor por el cine le llegó con tan solo 4 años, cuando un día veraneando en Arenys del Mar vio una proyección de los primeros cortos de Charles Chaplin. El impacto de esas imágenes fue tan grande que le pidió a su madre que le inscribiera en la escuela antes de tiempo para poder leer los carteles de las películas mudas.
Ya en su adolescencia, visitaba con frecuencia el cineclub de Arenys del Mar. Ahí, el proyector solía estropearse con regularidad y así Mariné tuvo sus primeros contactos con estos aparatos: intentando arreglarlos para poder seguir viendo las películas que tanto le hacían disfrutar. Gracias a ese ingenio y curiosidad consiguió, un año más tarde, poner a funcionar esas cámaras de El octavo mandamiento que nadie era capaz de poner en marcha.
Hablar de Mariné es hablar de la historia del cine, pero también de la historia de España: afiliado al sindicato CNT, grabó el entierro de Buenaventura Durruti en 1936; fue fotógrafo de guerra de Enrique Líster; estuvo internado en los campos de concentración franceses de Saint-Ciprien y Argelès-sur-Mer; viajó como preso de San Sebastián a Cádiz; ingresó en el campo de prisioneros de La Rinconada (Sevilla), de donde salió gracias a los contactos de su padre; y fue fotógrafo del Estado Mayor de Cataluña.