M. Cantó
EFE
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La actriz británica Tilda Swinton declaró su amor a la Berlinale y al reino sin límites del cine al recoger su Oso de Oro honorífico durante la gala inaugural del festival, en la que llamó la atención sobre todos los actos inhumanos que se están perpetrando bajo la mirada de todos y arremetió, sin nombrarlo, contra el presidente estadounidense, Donald Trump.

"Cuarenta años de camaradería y amistad con cineastas de todo el mundo, la comunidad leal de un público cinematográfico mundial y, sobre todo, las posibilidades ilimitadas del propio cine y todo la euforia y la diversión que se puede tener en medio del bullicio. Cuando me honran, honran todo lo anterior", dijo la actriz al recordar su primer festival, la Berlinale, al que asistió en 1886, con su primera película, "Caravaggio", de Derek Jarman. Deseó "larga vida al cine y a todas sus interminables promesas, una luz en la oscuridad que nunca se apaga".

En clara alusión a Trump, habló del cine como "un reino ilimitado, inclusivo por naturaleza, insensible a las aspiraciones de ocupación, colonización, apropiación, propiedad o desarrollo de parcelas en la Riviera, sin límites y sin políticas de exclusión, persecución o deportación, sin padrón, sin necesidad de visado".