Difícil abstraerse de las circunstancias que han rodeado el estreno de Veneciafrenia, buque insignia del nuevo sello de cine de terror The Fear Factory, capitaneado por Álex de la Iglesia (Bilbao, 1965) y su productora Pokeepsie Films, junto a Sony Pictures y Amazon Prime Video. Tras su tibia recepción en el pasado Festival de Sitges, la película retrasó su estreno del 25 de noviembre de 2021 a este 22 de abril y parece que el director ha pasado por la sala de montaje para tratar de pulir el filme, restándole algunos minutos.

En una entrevista con El Cultural, De la Iglesia afirmaba que nunca había hecho un filme como este, “de género puro y duro”. Cierto es que la película se amolda a los parámetros clásicos del slasher, subgénero del cine de terror en el que un psicópata enmascarado acecha a un grupo de jóvenes con la libido desatada, pero eso no significa que no se vislumbre el personalísimo estilo de De la Iglesia en el filme. Más bien al contrario, ahí están como siempre el exceso y el caos, el caricaturesco acercamiento a los personajes, el humor costumbrista y satírico y esa visión del mundo tan implacablemente negra. Hasta nos vuelve a entregar uno de esos clímax en las alturas que tanto le gustaban a Hitchcock.

Veneciafrenia además nos pone frente al espejo en uno de esos roles que tarde o temprano nos vemos obligados a interpretar en estos tiempos modernos: el de insufrible turista. La película está protagonizada por cinco peterpanescos jóvenes cercanos a la treintena que descienden de un crucero para correrse una buena juerga durante el carnaval de Venecia. Sin embargo, los lugareños están en pie de guerra contra esos extranjeros que amenazan con hundir la ciudad de los canales, mientras que un siniestro hombre ataviado de bufón a lo Rigoletto se dedica a cazar a los irrespetuosos visitantes. Cuando José (Alberto Bang) desaparece tras una noche loca, su hermana Isa (Ingrid García-Jonsson) iniciará una búsqueda desesperada, acompañada por un simpático gondolero (Enrico Lo Verso), para adentrarse en una Venecia de sociedades secretas.

Un psicópata despreocupado

Uno de los principales hallazgos en el dibujo de este psicópata se encuentra en que no le preocupa que haya testigos de sus crímenes, ya que nadie parece capaz de distinguir en esta sociedad del espectáculo entre realidad y ficción. Muy audaz es ese primer asesinato a golpes con una cámara de fotos, que inserta desde el principio el filme en una corriente de violencia grotesca, aunque sin duda la escena más impactante, sin ánimo de desvelar nada, está protagonizada por una marioneta un tanto especial.

Filme de ritmo frenético y gran factura visual, que remite al giallo de Dario Argento o Mario Bava, Veneciafrenia, a pesar de alguna inconsistencia en el guion, es un digno entretenimiento de terror. No aportará demasiado al género, ni tampoco al cine de De la Iglesia, pero aquí hemos venido por la casquería y, en eso, al menos, cumple.