Esta semana hemos perdido a la actriz y escritora Emma Cohen. Sin embargo, la casualidad (algunos dirán el destino) ha querido ofrecernos la posibilidad de despedirnos de ella en su hábitat natural, en la sala de cine, donde sus inolvidables y policromáticos ojos adquirían las proporciones adecuadas para contemplar toda su belleza. Todo giraba en torno a ella en la prácticamente inédita Bruja, más que bruja, película de Fernando Fernán Gómez, con quien estuvo casada, que se reestrena en la gran pantalla este viernes, con copia original restaurada, con motivo de su 40 aniversario.



Emma Cohen interpretaba a Mariana en esta bizarra y experimental película, en la que los actores entonan zarzuelas sin previo aviso (como ocurría en los grandes musicales de Hollywood). Ella es el objeto de deseo y piedra angular de una película libérrima, estrenada el año que se inauguró la democracia, y que funciona a la vez como parodia, refutación, crónica negra y defensa sentimental de una España rural que comenzaba a desintegrase al calor de los nuevos y confusos tiempos.



Fernando Fernán Gómez, que quería satirizar la zarzuela, llevaba ya una temporada intentando sacar adelante esta película, pero no había productor que se atreviera con ella. Entonces apareció Juan José Daza, que se dedicaba a la exhibición y sentía sincera admiración por el cineasta de El extraño viaje, con 13 millones de pesetas y el guirigay se puso en marcha. Durante cuatro semanas la localidad madrileña de Algete sirvió de escenario de ese pueblo sin asfaltar en el que la superstición y el vasallaje seguían siendo la norma. En definitiva, como asegura Daza, el dinero era una inversión para que Fernán Gómez hiciera básicamente "lo que le diera la gana". Y así fue.



La historia gira en torno al triángulo amoroso que se establece entre Mariana, Juan (Paco Algora) y Don Justino (interpretado por el propio Fernán Gómez), tío de Juan y cacique del pueblo. Mariana se casa con Don Justino pese a tener sentimientos amorosos hacia Juan, que se encuentra haciendo el servicio militar. Cuando Juan regresa al pueblo y se entera de la noticia, recurre a la tía Larga (Mary Santpere), la bruja del título, para tratar de recuperar el favor de Mariana a través de remedios y consejos. A la misma persona recurrirá Don Justino para intentar que su joven mujer se quede embarazada.



La película se estrenó en Madrid y Barcelona en 1977 sin pena ni gloria. Ni la crítica ni el público entendieron una rareza de tal calibre y encima la proyección coincidió con la primera y única huelga de acomodadores y taquilleros en España, una circunstancia que como mínimo no le vino bien. La zarzuela surrealista de Fernán Gómez quizá tuvo la mala suerte de adelantarse a su época porque, años más tarde, José Luis Cuerda triunfaría con la no menos surrealista Amanece que no es poco.



Esta es la segunda película de Fernando Fernán Gómez que reestrena A Contracorriente Films. Hace un año le tocó el turno a El mundo sigue, otra obra de gran calibre que quedó desplazada de la historia del cine español por el maltrato a la que la sometió el franquismo y que, al redescubrirse, revelaba una claridad absoluta para alumbrar, con las miserias del pasado, las miserias del presente.



Bruja, más que bruja podrá verse a partir de este viernes en los cines Paz, Renoir Princesa y Verdi de Madrid; en los Verdi Park de Barcelona; en los UCC Avenida de Sevilla; en los Albéniz de Málaga; en los Babel de Valencia; en los Multicines 7 de Bilbao; en los Van Dyck de Salamanca; en los Norte de Vigo; en Numax en Santiago de Compostela y en el Monopol de Las Palmas de Gran Canaria.