El preciosismo y la conmoción plástica se unen en Carol, de Todd Haynes

Alcanzada su 68 edición, el Festival de Cine de Cannes sigue marcando la pauta de las grandes tendencias del cine de autor mundial. Un año más, el cine español ha quedado fuera de juego en una sección a concurso que privilegia esta vez el cine europeo y asiático sobre el norteamericano. Sólo Fernando León representa el cine patrio en la Quincena de Realizadores.



Joel y Ethan Coen presiden este año el jurado de los largometrajes a concurso en el que también encontramos a las actrices Rosi de Palma, Sophie Marceau y Sienna Miller, a la compositora y cantante Rokia Traoré, a los directores Guillermo del Toro y Xavier Dolan y al actor Jake Gyllenhaal. Ellos decidirán el 24 de mayo quién se emrece esta año la Palma de Oro.



Desde aquí y con Carlos Reviriego como enviado especial, seguimos atentos estos once días de cine.



- Cartografía de Cannes: Para navegar por la gigantesca programación de Cannes, un verdadero mapa del cine contemporáneo, ofrecemos un recorrido transversal por lo más destacado de esta edición. Desde la escasa presencia norteamericana a las joyas fuera de concurso.



- Fernando León de Aranoa: "La guerra es confusión, laberinto e impotencia". El director madrileño ha querido hacer una película sobre los cooperantes en clave de punk-rock. Protagonizada por Benicio del Toro, A Perfect Day ha sido seleccionada para la Quincena de Realizadores en Cannes.



- De mujercitas y de princesas: El japonés Kore-eda abre la programación de Cannes apelando a la nobleza y la emoción del legado familiar. No es mala forma de arrancar la competición. Mientras Matteo Garrone ofrece una simpática y sórdida relectura de las fábulas de ogros y princesas.



- El paraíso era un desierto: Intensidad, emoción y gran entretenimiento de género en Mad Max: Fury Road, el reboot que George Miller ha pergeñado a partir de su mítica trilogía apocalíptica. George Miller reivindica en el imperio del pixel la acción física y demente, sucia y polvorienta.



- Inmersos en el Holocausto: Una grata sorpresa en el Festival de Cannes. El húngaro László Nemes, con su extraordinario debut The Son of Saul, lleva a un lugar insólito la representación cinematográfica de la Shoah.



- Hombres rotos y giros dramáticos:: Woody Allen completa una trilogía dostoievskiana con la apreciable Irrational Man, uno de los trabajos más estimulantes y satisfactorios que Allen ha rodado en este siglo. Mientras que Gus Van Sant comete algo similar a un suicidio creativo con The Sea of Trees.



- La osadía balcánica de Fernando León:: El autor de Los lunes al sol presenta en la Quincena de Realizadores la insulsa A Perfect Day, un canto antibélico fuera de tono y con reparto internacional. Rodada en inglés con un casting de peso, eso sí: Benicio el Toro, Tim Robbins y Olga Kyrulenko.



- Todd Haynes, cerca del cielo: El norteamericano nos sumerge en la ensoñación del gran cine romántico con la hondura plástica y la precisión narrativa de Carol. Por su parte, Nanni Moretti confabula cine y vida, comedia y drama, en la irregular Mia Madre.



- Los vivos con los muertos: El noruego Joachim Trier, el tailandés Apichatpong Weerasethakul y el japonés Kiyoshi Kurosawa exploran el influjo de los espíritus en el mundo de los vivos con filmes que se quedan a medio camino. Crónicas de ultratumba que carecen de la magia de sus mejores trabajos.



- Las buenas intenciones: Denis Villeneuve pretende sin éxito filmar el narcothriller definitivo con Sicario, mientras los franceses Stéphane Brizé (Loi du marché) y Valérie Donzelli (Marguerite & Julien) presentan dos cintas de contenido y resultados opuestos.



- Los estragos del tiempo: Tanto Jia Zhang-ke como Paolo Sorrentino reflexionan sobre el paso del tiempo en sus trabajos a concurso, pero, mientras el chino nos conmueve y nos ilumina con Mountains May Depart, el italiano naufraga en el vacío y la ostentación de Youth.



- El desgarro de la belleza y los amores fálicos: El taiwanés Hou Hsiao-hsien reinventa el ‘wuxia' apelando a la depuración y el esplendor estético con la milagrosa The Assassin. Y el cine primario de Gaspar Noe regresa a Cannes con un pretencioso, irrelevante atracón de sexo en tres dimensiones.



- De cómo Scherezade nos relató la desesperación portuguesa: El tríptico de seis horas de Las mil y una noches, del luso Miguel Gomes, hace ostentación en el Festival de Cannes de un espíritu indomable para radiografiar los efectos de la crisis económica sobre un andamiaje fabulador.



- El duelo de Depardieu: Isabelle Huppert y Gérard Depardieu, dos iconos del cine galo, vuelven a compartir protagonismo en The Valley of Love, dirigida por Guillame Niclaux, el director de la estupenda El secuestro de Houllebecq. Jacques Audiard presenta Dheepan, una crónica de la inmigración.



- Sorprendente Palma de Oro para Dheepan: La película de Audiard se lleva el máximo galardón. A pesar de no estar entre las favoritas, ha conquistado a un jurado que también destacó con los premios especiales al debutante László Nemes por Son of Saul y a Yorgos Lanthimos por The Lobster.