Su mítico baño en la Fontana de Trevi la convirtió en icono sexual, pero Anita Ekberg (Malmö, Suecia, 1931) detestaba que la recordaran solo por aquella escena de La dolce vita, de Federico Fellini, junto al actor Marcello Mastroianni. "Siempre me piden que recuerde aquella película, ¡pero yo solo quiero olvidarla!", anunció hace unos años en un acto público la actriz sueca, que falleció este domingo a los 83 años de edad en un hospital de Roma, ciudad donde vivía.



En La dolce vita interpretaba, precisamente, a una diva del cine que era perseguida continuamente por los paparazzi. El nombre del personaje era Sylvia Rank, "la mujer más fabulosa creada desde el principio de los tiempos". En la famosa escena, la Ekberg se adentraba en la majestuosa fuente con su vestido negro de amplio escote e invitaba a Mastroianni a que se uniera a ella en el agua, en una apacible noche de verano que, en realidad, se fingió en pleno marzo.



Ekberg se dio a conocer primero como modelo, tras ganar el concurso Miss Suecia en 1950 y poco después fue fichada por la industria de Hollywod. Su carrera cinematográfica comenzó con títulos como Cómicos en París (1955) y Loco por Anita (1956), en los que trabajó junto a  Dean Martin y Jerry Lewis. Antes de aparecer en La dolce vita, participó en Roma en la película Guerra y paz (1956), de King Vidor, adaptación del clásico de Tolstoi en la que trabajó junto a las estrellas Audrey Hepburn y Henry Fonda. Después de La dolce vita, volvió a colaborar con Fellini en Bocaccio 70, adaptación del Decamerón, y en La entrevista (1987). Cuatro tíos de Texas (1963) le permitió trabajar junto al célebre Frank Sinatra en el lejano oeste. También trabajó bajo la dirección de Bigas Luna en Bámbola (1996), la cinta en la que interpretaba a Mamma Greta.