Últimamente se está hablando mucho, incluso desde la ciencia y/o virología, del porcentaje de vacunados/inmunizados para alcanzar la inmunidad de rebaño contra el SARS-CoV-2 con una vacuna no esterilizante —no impediría a los vacunados dispersar el virus—. Pues bien, varios apuntes en este sentido:

1) Grandes vacunas, como la inactivada de Salk (1957) contra la poliomielitis, no esterilizante, hizo bajar los casos enormemente en pocos años.

2) Seguimos teniendo en la actualidad vacunas que no son necesariamente esterilizantes la mar de efectivas.

3) El papel de prácticamente todas las vacunas actualmente en el mercado es el de reducir las muertes e ingresos en los hospitales, y lo están consiguiendo significativamente.

Por ello, con vacunar al porcentaje de la población más susceptible y vulnerable habríamos alcanzado un gran hito histórico. Obviamente, lo óptimo, ideal, será alcanzar ese 70 % o, ¿por qué no?, 80-90-100 % de población inmunizada. Sea como fuere, ahora mismo sería VITAL mantener las medidas de restricción —como están haciéndose prácticamente en toda Europa, incluso con mejores datos pandémicos— y no hacer lo contrario, con mensajes triunfalistas. Mezclar la vacunación con más infecciones durante el proceso de inmunización y con las variantes más peligrosas pululando por las calles es de todo menos sensato.

@JALGUERRERO