Ilustración que simula el acercamiento de Juno a Júpiter

Juno ya está en la órbita de Júpiter. La sonda de la NASA se acopló a ella en la noche del 4 al 5 de julio tras un viaje que ha durado cinco años. El motor de la sonda se encendió a las 20:18 de la zona horaria PDT (5:18 hora española) y se mantuvo en funcionamiento durante 35 minutos para ralentizar la velocidad de la nave y que esta se dejase "atrapar" por la órbita del planeta más grande de nuestro sistema solar. Durante la maniobra, Juno también aumentó su rotación de dos a cinco revoluciones por minuto para poder estabilizarse.



La señal de confirmación del éxito de la operación ha llegado a las instalaciones del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA en Pasadena, California, y también al centro de operaciones de la compañía aerospacial Lockheed Martin, fabricante de la sonda, en Littleton, Colorado.



El investigador principal de la misión, Scott Bolton, del Southwest Research Institute de San Antonio (Texas), aseguró: "Esta es la única vez que no me ha importado estar en una habitación sin ventanas en la noche del 4 de julio", en referencia a la celebración del Día de la Independencia de los Estados Unidos.



El administrador de la agencia espacial estadounidense, Charlie Bolden, explica los objetivos principales de la misión: "Con Juno, investigaremos las incógnitas relativas a los enormes cinturones de radiación de Júpiter para indagar no sólo en el interior del planeta, sino también en cómo nació Júpiter y cómo evolucionó nuestro entero sistema solar".



La misión Juno, explicada por los expertos de la NASA al estilo Hollywood

El pasado 24 de junio, la nave entró en la magnetosfera del planeta, un campo magnético que ejerce de escudo ante el viento solar lleno de partículas cargadas de alta energía. Dentro de la magnetosfera, el movimiento de partículas del espacio está controlado por lo que ocurre dentro de este gigante gaseoso. Cuando Juno atravesó dicho escudo, sus instrumentos de medición captaron el brusco "choque de arco" (bow shock), el equivalente a una explosión sónica en la Tierra cuando se supera la velocidad del sonido.



A partir de ahora, alcanzada ya su posición prevista, la sonda dará 37 vueltas a Júpiter durante 20 meses, viajando a unos 5.000 km de la superficie del planeta por encima de las nubes. Entre los cometidos de Juno también está averiguar más sobre el campo gravitatorio del planeta, si su núcleo es de roca, o cuánta agua hay en su atmósfera. Esta es la primera vez que una nave espacial orbitará los polos de Júpiter, donde la luz del sol llega con una intensidad 25 veces menos que en la Tierra, que se encuentra más cerca de la estrella que Júpiter.



La sonda Juno está compuesta por una caja de titanio que protege sus circuitos y sensores electrónicos, una antena en forma de disco que le permite comunicarse con la Tierra y tres paneles solares de 9 metros de longitud cada uno, los más grandes utilizados hasta ahora en una nave de este tipo.



Juno no lleva tripulantes humanos. En su lugar ocupan la nave tres figuras de Lego que representan al dios romano Júpiter; su esposa, la diosa Juno, que da nombre a la sonda; y a Galilego, el primer astrónomo que orientó un telescopio hacia Júpiter, en el año 1610.



Vídeo en 360° sobre los pormenores de la misión

Júpiter es el planeta más grande del Sistema Solar, el más denso (equivale a 2,48 veces la suma de las masas de todos los demás planetas del sistema juntos) y el que gira más rápido sobre su eje (el día tiene allí diez horas). Además tiene el campo magnético y la gravedad más potentes y el mayor índice de radiación (mientras que en la Tierra recibimos 0,39 rads, en Júpiter alcanza los 20 millones de rads).



Más información sobre la misión Juno en la web oficial de NASA.