Juan Ortín en su laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología. Foto: A.M. Xoubanova.

Rastrear los movimientos de los virus, sus características y capacidad de transformación y adaptación no es fácil. El equipo de Juan Ortín en el Centro Nacional de Biotecnología trabaja incansablemente para desentrañar los misterios que encierran estos organismos. Hablamos con el científico sobre los pasos actuales de la llamada gripe A.

Los virus están cada vez más presentes en nuestras vidas o, al menos, tenemos más información sobre sus desarrollos y mutaciones. La palabra epidemia se ha adaptado ya a nuestra rutina como el que habla del tiempo o de los resultados deportivos. En los últimos años, hemos asistido al regreso de viejas -o aparición de nuevas- especies virales en determinadas zonas del planeta por múltiples motivos, entre ellos el cambio climático, la movilidad de las poblaciones o por la modificación de los ecosistemas. No es raro pues que cada año se mire con recelo la aparición de casos de gripe con mayor o menor virulencia. Estos días convivimos con el de la gripe A. Las zonas del noroeste peninsular son las más castigadas por el H1N1, un subtipo que lleva infectando al hombre desde 2009 con más o menos frecuencia.



Escuchando a Juan Ortín (Madrid, 1946), uno de los máximos expertos en gripe de nuestro país, todo parece en calma. Profesor y Jefe de Grupo del Departamento de Biología Molecular y Celular del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC) estudia en estos momentos la estructura de los procesos de replicación y transcripción de virus de la gripe y de los mecanismos que los gobiernan. Centra su trabajo, con la ayuda de la Fundación Botín, en investigar este tipo de virus con el objetivo de encontrar vacunas y nuevas y más efectivas terapias. Su estrategia se basa en el análisis de la replicación y expresión genética del ARN del virus, utilizando para ello una combinación de estrategias experimentales de biología estructural, celular y bioquímica.



-¿Qué diferencia existe entre el H1N1 con otras variantes -biológicamente hablando- del más conocido H3N2?

-Los virus del subtipo A/H3N2 han infectado al hombre desde 1968 y por tanto han sufrido una considerable adaptación a nuestra especie. Por el contrario, los virus pandémicos A/H1N1 comenzaron a infectarnos en 2009. Tiene un origen genético complejo, ya que contienen genes de virus humanos, aviares y porcinos y por lo tanto todavía con margen para adaptarse a nosotros.



-¿Consideraría este tipo de casos una pandemia?

-La epidemia que acaba de empezar en España no es una pandemia, que por definición no es estacional. La pandemia ocurrió en 2009 y desde entonces los virus A/H1N1 producen epidemias de diversa intensidad cada año.



-¿Qué indicadores nos dicen cómo diferenciar una pandemia normal de una más severa?

-Esencialmente los datos clínicos, la duración e intensidad de los síntomas, la proporción de casos que necesitan hospitalización, ingreso en UCI, fallecimientos ocurridos...



-¿Cree que se han activado los protocolos necesarios para este tipo de situaciones?

-Completamente.



-¿En qué situación se encuentran en estos momentos los trabajos de la biología molecular con respecto al virus de la gripe?

-Dado que los virus de la gripe son diversos y varían continuamente, siempre hay aspectos de sus infecciones que desconocemos. Entre los más importantes estarían definir los mecanismos de replicación, los de adaptación de los huéspedes aviares a los humanos y los que generan mayor o menor patología en la infección.



-¿Conocemos al 100 por 100 la variabilidad genética de este tipo de virus?

-No, y será muy difícil conocerla en profundidad.



-¿Se conocen sus mecanismos de replicación?

-Existen varios grupos trabajando en todo el mundo pero aún queda mucho por hacer.



-¿Estamos ya en disposición de desarrollar vacunas en poco tiempo para nuevas variantes ?

-Técnicamente es posible generar vacunas para los nuevos virus en muy corto tiempo, pero realizar los controles clínicos de inocuidad y eficacia, así como pasar el proceso de licencia de uso es muy largo, complejo y costoso. Por ello, estamos limitados a repetir los procesos de adaptación y fabricación de las vacunas vigentes, que son técnicamente mucho más lentos. Además, se está trabajando activamente en alternativas para desarrollar vacunas que protejan frente a los distintos virus de la gripe, no sólo frente a los de la estación actual.



-Hace años el miedo de adaptación de la gripe aviar a humanos era casi una psicosis. Después esa alarma parece que ha desaparecido. ¿Sigue existiendo riesgo?

-Hay que diferenciar el riesgo de la percepción mediática del riesgo. Actualmente apenas tenemos noticias de infecciones de virus aviares en humanos, pero ocurren cada año. Además, se producen no sólo por cepas H5N1 sino también por cepas H7N9. Con el tiempo, las posibilidades de una pandemia originada por estos nuevos virus podrían aumentar.



-¿Hay posibilidad de recombinaciones de las familias H5N1 y H1N1? ¿Sería posible ese escenario?

-Teóricamente es posible y no se puede descartar.



-¿Qué echa de menos en la estructura científica actual?

-En España necesitamos desburocratizar la investigación y aumentar drásticamente su financiación. Ahora todo es muy laborioso, lleva mucho tiempo montar un grupo. Pero no todo es cuestión de financiación. Estaría bien este incremento pero mejor aún estaría que esa financiación se gestionara correctamente. Es fundamental flexibilizar nuestro sistema, copiarlo directamente de las estructuras de países que funcionan así fuera de nuestro país.



-¿Cree que es esencial desarrollar el patrocinio privado?

-Es muy importante. Pero eso no se hace por decreto sino concienciando a la población de la importancia que la ciencia y la tecnología tienen para nuestro futuro. Esa concienciación debe tener en cuenta que la ciencia da frutos concretos, que no se trata de un divertimento.





-¿Cómo es su colaboración con la Fundación Botín?

-Financió nuestra investigación durante tres años y nos ayuda ahora en la evaluación de transferencia de nuestros resultados a la sociedad. También en las posibilidades puntuales para esa transferencia.